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Conjura malaguista para no fallar ante el Sanse

A pesar de la mala racha blanquiazul, un buen resultado contra el filial de la Real Sociedad B marcaría una distancia considerable con el descenso

Los de Natxo González ultiman la preparación del duelo ante el Sanse.  | MÁLAGACF

Los de Natxo González ultiman la preparación del duelo ante el Sanse. | MÁLAGACF / mar bianchi Mar Bianchi

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Los números del Málaga CF están entre los peores que ha logrado el conjunto blanquiazul desde que milita en la categoría de plata en este periodo de su historia. Salvo lo conseguido en la 18/19, donde se alcanzó la liguilla para regresar a Primera División, los objetivos del equipo se han centrado cada temporada en la permanencia. Este curso también. Pese a la euforia de los primeros meses, cuando La Rosaleda era un auténtico fortín y solo se pensaba en mejorar los números como visitante, el desarrollo de las jornadas ha terminado rebajando el discurso y, sobre todo, las expectativas de la afición.

Los jugadores y Natxo González saben que esta semana es especialmente importante para ellos. Jugadores y técnico son conscientes de que ganar a los de Xabi Alonso este sábado supondría marcar distancias casi definitivas contra los vascos. Es una victoria de seis puntos: los tres que sumas tú, los tres que deja de sumar el rival y el goal average positivo tras el 2-1 ante los donostiarras en la ida en La Rosaleda.

Con eso en mente deben saltar los jugadores blanquiazules al verde de Anoeta el sábado porque, llegados a este punto, al Málaga solo le vale ganar. Para el Alcorcón, colista con 12 puntos, evitar caer de categoría ya puede catalogarse de ‘misión imposible’. Justo le siguen los txuriurdin, antepenúltimos con 20 puntos. Xabi Alonso quiere seguir creyendo en el milagro de la salvación y justo antes del último partido ante la Ponferradina aseguraba que «con uno o dos triunfos hablaríamos de otra cosa». Motivos que ponen más picante al encuentro del sábado en Anoeta, con un filial donostiarra que no deja de creer y que estuvo a punto de sacar al menos un punto en El Toralín.

Pero desde la Costa del Sol los números, que son fríos e indiscretos, revelan que los boquerones están al borde de sus peores estadísticas desde que compite en LaLiga SmartBank, solo con un punto más que en el curso 19/20, en el que se agonizó hasta la penúltima jornada, la 41, para certificar la permanencia. Aquel año también hubo cambio en el banquillo, de Víctor Sánchez del Amo a Pellicer, aunque como todos recuerdas no fue por motivos estrictamente deportivos.

Justo el año siguiente, ya con el técnico de Nules dirigiendo el equipo de principio a final de temporada, los blanquiazules consiguieron respirar con tranquilidad a mediados del mes de abril. Con ese escenario, incluso podían darse el lujo de soñar y de empezar a mirar hacia arriba en la clasificación.

En estos momentos, los de Natxo González son 16º con 32 unidades en su zurrón clasificatorio. En una comparación de los últimos tres cursos a estas alturas, en la 19/20 los blanquiazules eran 17º en la tabla con 31 puntos, el peor balance hasta la fecha en este periodo. En la 20/21, ya con las consecuencias del coronavirus de por medio, el buque malaguista era 14º en la tabla con 34 puntos.

En este momento, son más las similitudes existentes con el camino que realizó el equipo hace dos cursos: bajón deportivo, cambio de entrenador y mente centrada en conseguir lo antes posible los 50 puntos.

Las excepciones son los pasos que se han dado en materia de estabilidad institucional y el capital que hace unos meses llegó a las arcas de Martiricos tras el acuerdo entre CVC y LaLiga.

Ultimando preparativos

En la jornada de ayer, nueva sesión de trabajo en La Rosaleda para preparar la visita a Donosti. Lo único que sigue sin poder confirmarse es la presencia de Juande en el próximo encuentro porque el cordobés, junto con Gassama, realizó trabajo preventivo de descarga en el gimnasio.

A las órdenes del técnico, 22 jugadores y los porteros. Con licencia filial estuvieron Ismael Gutiérrez, Kevin, Roberto, Benítez y Dani Lorenzo. Andrés Caro jugó con el Juvenil el miércoles e hizo labor física de recuperación.