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El Málaga CF sale de Montilivi tocado y más hundido

El conjunto de Natxo González tuvo opciones y peleó el partido, pero el gol del Girona en los minutos finales lo deja sin puntuar

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Cuesta abajo y sin frenos. Por mucho que lo intente, el Málaga CF no levanta cabeza. Ante el Girona hubo opciones, pero como siempre cayeron en saco roto y se transformaron en lamentos. El balón ahora lo tiene Manolo Gaspar: ¿Cuánto más durará Natxo en el banquillo blanquiazul? 

Para tener resultados diferentes, el entrenador hizo un planteamiento diferente. Fueron muchos los cambios en el once, empezando por la portería. Dani Martín fue el guardián de la meta por primera vez desde que llegó el técnico vitoriano. Regresó Peybernes al centro de la defensa, Javi Jiménez a un lateral, Víctor Gómez al otro después de su periplo internacional, Escassi de vuelta a la medular, Antoñín junto a él y la pareja de ataque la formaron Brandon y Paulino.

Aunque el Málaga de Natxo González intenta siempre salir teniendo la posesión del balón, el Girona arrancó el encuentro buscando el protagonismo, manejando el esférico. Además, pese a las dudas y por desgracia para los blanquiazules, Stuani formó parte del once inicial. Iba a ser complicado frenar al máximo goleador de la categoría, empatado a 17 dianas con el exmalaguista Borja Bastón. 

Pero el conjunto malacitano no iba a renunciar al partido por muy difícil que fuese. Los de Natxo intentaban aprovechar los errores gerundenses para crear juego y adelantar metros. En los 15 minutos iniciales fueron tres las llegadas peligrosas de los blanquiazules. Lo intentó Brandon, incluso Aleix Febas, la tercera fue de Paulino de cabeza, casi rozando el palo derecho. 

Con la emoción de las ocasiones, el equipo boquerón recuperó unos minutos el esférico y marcaba el ritmo del encuentro , pero el partido era un ir y venir a ambas zonas del terreno de juego, circulación y poca precisión.

En los últimos minutos del primer acto, el Girona firmó sus ocasiones más claras. Una de ellas, fue de Iván Martín. Disparó con la zurda asistido por Stuani pero Dani Martín atajó sin problemas. Sin movimiento en el marcador y todo por decidir, los jugadores se marcharon a los vestuarios. 

Cuando se reanudó el juego en Montilivi, volvió a sobrevolar el fantasma del gol tempranero en contra del Málaga CF. Varios jugadores del Girona se acercaron con peligro al cancerbero blanquiazul, pero no acertaron al remate y los visitantes lograron sacar el balón de zona peligrosa. 

Los dos equipos se mostraron dispuestos a dar un paso hacia adelante y aumentaron varios niveles la intensidad del encuentro. Aunque los catalanes empezaron rápidos y agresivos, los blanquiazules intentaban salir a la contra o armar las jugadas desde la línea de defensa hacia adelante. Brandon tuvo una nueva oportunidad de abrir el marcador, Jozabed le filtró el balón y el delantero mallorquín disparó sin premio. Poco después, Javi Jiménez dio un carrerón de campo a campo, llego casi a la línea de fondo e intentó asistir a Brandon, pero no llegó a tiempo ni nadie más pudo aprovechar el pase. 

El Málaga se vino arriba. Encadenó otra con Jozabed como creador, pero con idéntico resultado que los intentos anteriores. El conjunto costasoleño siguió intentándolo, Brandon a nivel personal trató de resarcirse de todos los intentos fallados, en este partido y en los anteriores, a pase de Antoñín se acercó al área rival y lanzó un disparo, pero Juan Carlos leyó la jugada a la perfección e interceptó el balón

Cuando quedaban 20 minutos por delante en el marcador, Natxo hizo su primer movimiento: sentó a Febas y a Antoñín para dar minutos a Kevin y Genaro, este último de vuelta tras la lesión

El encuentro continuó con el mismo guión. Circulación, acercamientos de unos y otros, pero sin acierto. Para los 10 últimos minutos de encuentro, Adrián López redebutó con el Málaga ocupando el lugar de Paulino.

Cuando parecía que el partido estaba medianamente controlado, un recién salido Bustos desequilibró la balanza. Iván Martín, determinante para el Girona en el duelo, firmó un pase en profundidad que recogió Bustos, tuvo todo el tiempo del mundo y espacio para pensar qué hacer y con la diestra envió el balón al fondo de la red. Un gol en el 82 es otro varapalo de esos de los que cuesta reponerse y más para el Málaga.

Así llegó el final del partido, con la sensación de haberse esforzado sin premio. La derrota ahonda la herida, aumenta los miedos y deja a Natxo más fuera que dentro. Se esperan horas movidas en Martiricos.