Málaga CF - Real Oviedo

Por la memoria de Arnau

Los veteranos del Málaga recuerdan la figura del director deportivo del Oviedo, fallecido hace un año: “Era una persona excepcional”

Los veteranos del Málaga CF recuerdan a Arnau

Los veteranos del Málaga CF recuerdan a Arnau / X. Fernández

Xuan Fernández

 “En el fútbol no es fácil hacer amigos de verdad. Conoces mucha gente, pero vas de un lado para otro. Con él fue diferente: conectamos desde el principio”. Vicente Valcarce, excapitán y exlateral izquierdo del Málaga, recuerda a su gran amigo junto a La Rosaleda, campo del Málaga, rival del Oviedo esta tarde (18.15 horas, Movistar). Su gran amigo era Francesc Arnau, exjugador del Málaga, hombre fuerte en los despachos del club andaluz y exdirector deportivo del Oviedo, fallecido el 21 de mayo de 2021. El catalán ya no está, en pocas semanas se cumplirá un año de su muerte, pero su recuerdo sigue nítido entre los que lo conocieron.

Nadie mejor que ellos: los veteranos del Málaga, que ayer jugaron un partido en un campo anexo al estadio del club andaluz y rememoraron los buenos momentos con Arnau, que defendió la portería de la Costa del Sol durante diez temporadas y se retiró allí como jugador. Málaga y el Málaga fueron su vida. Y él fue un ídolo, un jugador respetado y un directivo implacable.

“Era de Barcelona, pero su vida fue Málaga. Era callado y reservado, pero tenía muchos valores”, rememora Valcarce, cuyo vínculo con Arnau se extendió más allá del balón. Los dos compartían una pasión al margen del fútbol: el pádel. “El club El Higuerón era nuestra segunda casa hasta que Arnau se fue a Oviedo”. El portero tuvo que lidiar situaciones difíciles como jugador del Málaga. “Los dos éramos los capitanes de la plantilla cuando el club entró en ley concursal, fue bastante duro y nos tocaba hablar con los jugadores y con el club. Arnau demostraba ya el liderazgo del que hizo gala durante toda su vida”. Ese liderazgo fue el que le llevó a dar el paso a los despachos casi recién acabada su carrera como futbolista.

“En sus últimos años se le veía que haría carrera. Yo pensé que podría ser entrenador, porque veía muy bien el fútbol. Arnau tenía mucha cabeza, sabía ver más allá. Era calculador y le ponía pasión a todo lo que hacía”, indica Valcarce.

En el Málaga empezó en la cantera y Manel Casanova fue su padre deportivo. Después pasó a llevar la dirección deportiva en Primera División. “Hizo un buen trabajo, pero el Málaga es un club muy complicado y no le dejaron desplegar todo el potencial que tenía como gestor. Salir del club le dolió mucho porque estaba muy ilusionado con lo que hacía”. Cuando dijo adiós al Málaga, Arnau se centró en los amigos y en la familia. “Nuestro día a día era jugar al pádel desde las diez de la mañana”. Un buen día se acabó esa rutina, porque Arnau recibió la llamada del Oviedo para coger las riendas de la dirección deportiva, a instancias de Arturo Elías. “Se puso muy contento por ir a Asturias porque le ilusionaba el proyecto, estoy seguro de que ahora estaría disfrutando una barbaridad con el equipo, porque parte del proyecto es de él”, dice Valcarce, al que todavía se la quiebra la voz cuando habla de la muerte de su amigo. “Es la situación más dura que me ha tocado vivir a nivel personal”. A Valcarce lo escucha Contreras, que fue la competencia de Arnau en la portería del Málaga. “Teníamos una relación fantástica, era un gran tipo”. Raúl Iznata, Calatayud, Apoño, Gaitán y Juanito, veteranos del Málaga, compartieron vestuario con él. “Siempre lo recordaremos”, aseguraban junto a La Rosaleda, donde todos, junto con Arnau, levantaron a la afición del Málaga.

Suscríbete para seguir leyendo