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Málaga CF - Burgos CF: Una visita de aciago recuerdo en La Rosaleda

La derrota frente a los de Julián Calero en la penúltima jornada del curso pasado desató una de las mayores broncas de los últimos tiempos en Martiricos pese que a ese día el equipo certificó su permanencia por demérito de los rivales

La afición blanquiazul abroncó a la plantilla tras caer frente al Burgos en la penúltima jornada de la pasada campaña. | GREGORIO MARRERO

La afición blanquiazul abroncó a la plantilla tras caer frente al Burgos en la penúltima jornada de la pasada campaña. | GREGORIO MARRERO / Manuel García

Manuel García

Manuel García

21 de mayo de 2022. El Málaga CF llega a la penúltima jornada de LaLiga SmartBank dependiendo de sí mismo para lograr la ansiada permanencia, y para ello solo tiene que ganar en La Rosaleda a un Burgos que llega con los deberes hechos, sin nada en juego más que el honor. La afición se vuelca con el equipo, organiza un recibimiento para el autobús que traslada al estadio a los jugadores como los de las grandes noches de Champions, más de 25.000 personas se citan en las gradas de Martiricos. Todo está preparado para celebrar una agónica y... ¿Qué hace el conjunto blanquiazul? Sí, perder 0-1.

Por suerte, los resultados de los rivales en otros estadios, en esa jornada con horario unificado, sonrieron al equipo entrenado por entonces por Pablo Guede. Con un Málaga inoperante sobre el césped, la atención en los últimos minutos del partido se trasladó a lo que ocurría en El Alcoraz, donde la Real Sociedad B estaba a un gol de condenar a los blanquiazules a una agónica última jornada. No fue capaz de hacerlo y Juan Carlos Real, en el minuto 93, cerró el partido en favor del Huesca (3-2), para el alivio de la parroquia malaguista.

El Málaga había logrado mantener la categoría, pese a perder y gracias a resultados de terceros, y la alegría en las gradas de Martiricos duró escasos segundos. Después de celebrar tímidamente una salvación pírrica, se desató la tormenta de la afición contra jugadores y directiva. Posiblemente sea la mayor bronca que se recuerda por La Rosaleda en los últimos años, quizás de las más fuertes desde la refundación del club, y eso que el objetivo estaba conseguido. «Jugadores mercenarios», «Esta camiseta no la merecéis» y demás cánticos fueron lanzados por el respetable a una plantilla que no estuvo a la altura de las circunstancias.

Justo ocho meses después, y con pocos futbolistas de aquella plantilla blanquiazul todavía en el equipo, el Burgos CF regresa a La Rosaleda y amenaza con poder formar una tormenta de similares características si consiguen vencer al Málaga CF a domicilio. La situación de los blanquiazules es incluso más crítica que la del año pasado, está penúltimo, a cinco puntos de la permanencia y un nuevo tropiezo podría provocar que se descuelguen de la lucha por la salvación si sus rivales esta vez no fallan en sus respectivos duelos de la jornada.

Esta vez el equipo de Julián Calero sí viene con objetivos por conseguir. Está en una posición con la que soñaba el Málaga CF hace solo unos meses, cuarto con 38 puntos, metido de lleno en la batalla por los puestos de ascenso directo y de play off, justo donde tenían que estar los blanquiazules, o al menos eso vendieron constantemente desde Martiricos durante todo el verano. Si repiten su resultado del curso pasado en La Rosaleda, la crisis que provocarán en el club será mayúscula, ni comparación con los ocurrido hace 8 meses.

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