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Málaga CF 1-1 Burgos CF: La permanencia solo la dan las victorias

Un gol de Lago Junior en la primera mitad permitió a la afición blanquiazul creer que el triunfo se podía quedar en La Rosaleda, pero los mismos desajustes de siempre acabaron con un tanto de Álex Bermejo que sentenció cualquier posibilidad de ganar

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

El Málaga CF se puede marchar muy disgustado del partido porque sumando un punto en cada encuentro no se llega a la permanencia. Habrá que ver al final de la jornada si este empate contra el Burgos (1-1) es rentable, pero lo cierto es que el equipo blanquiazul tuvo en sus manos la victoria. Lago Junior materializó en forma de gol la buena primera mitad y si el fichaje invernal le brindó alegrías a La Rosaleda, los mismos desajustes de siempre le quitaron el premio con el tanto de Álex Bermejo. Y el VAR, otra vez, que se "comió" un penalti a Ndiaye.

Lo intentó Pepe Mel con todo lo que tenía. Con todo. Delmás -que quitó más de lo que dio- en el lateral, Febas con N'Diaye, las bandas para Lago Junior y Chavarría, Fran Villalba con libertad en tres cuartos y Rubén Castro en punta. Lo intentó el equipo con centros, pero sin gente con cuerpo para rematar. Aun así, llegó el gol tras un balón colgado. Ahora bien, nadie se va a salvar si con cualquier fallo atrás recibes un gol. Nadie. Ni aunque tengas la historia del Málaga CF.

Buen comienzo

A excepción de una primera oportunidad que tuvo el Burgos, el Málaga CF se plantó bien en campo rival. Presionó alto, defendió bien y se hizo dueño del balón. Incluso pudieron lanzar un penalti tras sufrir N’Diaye un agarrón en el área que el VAR no quiso ver. En definitiva, el control fue blanquiazul y también la primera ocasión. Rubén Yáñez encontró en banda a Lago Junior, se la pasó a Rubén Castro, se la devolvió en un pared y tiró el extremo a las manos de Caro (16’). Ojo a esta dupla. 

Lo intentaron los de Martiricos con múltiples centros. A nivel futbolístico, era la única forma de poder llegar a crear peligro. El Burgos defendió con cinco o más jugadores su área y eso complicó a un Málaga CF que atacó el punto de penalti con poco más que Chavarría. A falta de un lanzamiento desde fuera del área, donde no brillan precisamente los de Pepe Mel, era el único método. 

Ante ese dominio aparente, sin que llegara a ser fulminante por parte de los blanquiazules, el Burgos quiso correr. Raúl Navarro creó algún suspiro en la afición de La Rosaleda con un lanzamiento desde la frontal que se marchó por encima del área (38’). Pero el fútbol, el mismo que castigó al Málaga CF en Ipurúa, recompensó. Chavarría se lanzó a la contra por la banda derecho, centró el balón a Rubén Castro, el canario se la cedió de cabeza a Febas y este se topó con un defensa. Aunque ahí estaba él. El nuevo ‘7’ blanquiazul. El nuevo goleador. Con paciencia y colocación, Lago Junior venció a Caro y desató una fiesta, al fin (44’).

Liga SmartBank: Málaga CF - Burgos

Liga SmartBank: Málaga CF - Burgos / Gregorio Marrero

Segunda parte

Ahora había que cerrar lo que tanto trabajo había costado conseguir. El Burgos necesitaba también los tres puntos porque está en posiciones de play off y sueña con mantenerse en la pelea por el ascenso. Así que su actitud también fue distinta. Empezaron a ganar más balones en el cuerpo a cuerpo y superaron con mayor facilidad las líneas defensivas del Málaga CF. Era otro partido distinto. Y ocurrió. Javi Jiménez se equivocó en el cruce, su marca tuvo la banda libre para correr y, tras un centro raso al que tampoco Juande llegó, Álex Bermejo cruzó el balón al otro palo de Yáñez. 1-1. Peligro.

La gran pregunta a partir de entonces era clara. ¿Cómo iba a afrontar el partido el equipo blanquiazul? Pepe Mel envió un mensaje claro desde el banquillo: entraron al campo Álex Gallar, Luis Muñoz y Appiah por Fran Villalba, N’Diaye y Chavarría. A por todo. Era lo único que había que hacer y el equipo volvió a lo que le había dado el gol: los centros. El gran inconveniente es que Pablo Chavarría había dejado el terreno de juego. Por eso entró Fran Sol. 

Físico no había, bastante justo estaba, pero sí necesidad por ganar. Demasiada realmente. ¿Valía el punto? En absoluto. Juande pudo haber dejado los tres puntos en la Costa del Sol con un cabezazo, sin saltar, que se fue por encima del larguero. Sin embargo, el gran susto llegó en el otro área con un disparo que detuvo Rubén Yáñez con el pecho, después anulado por fuera de juego.

Y ahí acabó la historia. Faltaron piernas, ideas al final y capacidad de proteger lo que nunca se te puede escapar. Otro día más que pasa sin ganar el Málaga CF y ya son muchos.

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