El Málaga CF arranca este viernes su particular esprint final por la salvación. La actualidad institucional y deportiva ha hecho temblar cualquier cimiento futbolístico. Sin embargo, eso ya ha pasado. Lo que importa es el balón porque es lo único que va a poder salvar al equipo de caer en un pozo sin fondo. La cuerda del alambre cada vez tiene menos hilo, pero hay que cruzar el puente como sea. Así que el conjunto de Martiricos y la afición necesitan aferrarse a lo más mínimo, y todo hace indicar que el duelo ante el Real Oviedo (21.00 horas/LaLiga SmartBank TV) puede ser ese aliento de esperanza.
Tanto para bien como para mal, la jornada 26 de la categoría de plata puede dar un golpe en la clasificación. El Málaga CF abre la jornada y es el primero de los del descenso que juega. Una victoria podría añadir presión a los rivales y lo cierto es que hay mucho en juego. Ponferradina-Racing y Lugo-Ibiza se verán las caras entre sí. Un triunfo de alguno de los dos primeros podría ser letal. De ahí, que la única obligación blanquiazul sea ganar para cumplir con su papel. Ni siquiera un empate es una buena noticia a estas alturas. Lo que ocurra después que lo decidan el azar y el fútbol.
Para ello, el Málaga CF necesita dar un paso adelante. No es suficiente lo que se vio el pasado domingo en el estreno en Gijón de Sergio Pellicer. Está bien echar el cerrojo en la portería y ser más contundente defensivamente. Está bien y es un paso importante que había que dar con relativa urgencia. No obstante, no encajar no da los tres puntos. Así que, a ese buen trabajo atrás, hay que añadirle generar más en ataque.
El único jugador ofensivo que no está disponible es Pablo Chavarría. Por contra, el técnico recupera a Fran Villalba. ¿Jugará Rubén Castro? Esa es la gran pregunta tras la última suplencia del canario. A esta incógnita se suma la delicada situación atrás. Genaro, Escassi y N’Diaye son baja -los dos primeros por molestias y el último por sanción-. Mientras que la convocatoria de Delmás la decidirá el entrenamiento de este viernes, aunque llegaría muy justo. Ante esta compleja situación, el propio Pellicer reconoció en rueda de prensa la posibilidad de cambiar el sistema.
Regresos hostiles
El Real Oviedo tampoco puede llegar relajado. Los asturianos suman a estas alturas 31 puntos, 5 sobre el descenso, por lo que también necesitan ganar para dar un salto en la clasificación. El gran problema que tienen es que son el último equipo en materia goleadora (16). Así que la clave del choque puede estar en el primer tanto, ya que puede haber pocos.
No obstante, el encuentro tendrá algo de morbo por dos jugadores que estarán en frente con pasado en la Costa del Sol: el delantero Borja Bastón y el lateral Juanfran, hace solo un mes en Málaga, que criticó el modelo de entrenamiento y la intensidad sin dejar muchos amigos en la grada de Martiricos. Los que no estarán este viernes en La Rosaleda serán los ausentes por lesión: Rama, Borja Sánchez y David Costas. Tampoco entró en la convocatoria Víctor Camarasa, incorporado durante la última hora del mercado procedente del Betis.
Hay que hacer borrón de esta última semana. Lo único que importa es que entre el balón en la portería con todo el apoyo de la afición. Eso es lo que salvará al Málaga CF. Así que toca creer otra vez y dar el primer golpe: para presionar a los rivales directos y para creer en la remontada definitiva..