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Banquillo

Málaga CF: el problema no era el entrenador

Sergio Pellicer ha sumado 4 puntos en los 6 primeros partidos de su segunda etapa como técnico blanquiazul, 2 menos que Pepe Mel y 1 más que Pablo Guede, en el mismo tramo

Pablo Guede, Pepe Mel y Sergio Pellicer, los tres entrenadores del Málaga CF en la temporada 22/23. Álex Zea / Gregorio Marrero

Hay una ley no escrita en el deporte que afirma que cuando las cosas van mal en un equipo el primer sacrificado debe ser el entrenador. La «cabeza» del técnico debe servir como bálsamo para provocar un cambio de 180 grados en los jugadores. En algunas ocasiones puede surtir efecto. Sin embargo, en el Málaga CF no es que no haya tenido efecto, es que se el conjunto blanquiazul se ha llevado por delante a dos entrenadores y el tercero apenas está dando resultados. Así que, en este intento desesperado por buscar respuestas se puede decir que, visto lo visto, «la culpa no es del entrenador»

Son tres los entrenadores que han pasado por el Málaga CF esta temporada: Pablo Guede, Pepe Mel y Sergio Pellicer. Tres perfiles a cada cual más diferente. Habrán tenido sus aciertos y sus errores, pero no parecen los culpables

Pablo Guede

La entidad blanquiazul apostó por el argentino para la temporada 22/23 después de que salvara la pasada temporada al equipo -más por demérito ajeno que por mérito propio-. Junto a Manolo Gaspar, fue el absoluto arquitecto de la actual plantilla. Por lo que pudo hacer y deshacer según sus preferencias futbolísticas en una entrega de poderes absoluta por parte de la secretaría técnica. Únicamente dirigió seis partidos y los 3 puntos sumados de 18 posibles acabaron con su experiencia al frente de los de Martiricos. Un ejemplo perfecto del fracaso del fútbol sin extremos. Es más, suya es la última victoria del Málaga CF lejos de La Rosaleda: Mirandés (1-3).

Pepe Mel

Llegó en el mes de septiembre con el objetivo de darle una nueva vida a un equipo que ya en la jornada 7 estaba hundido en el descenso. Heredó una plantilla que no era de su gusto y también una preparación veraniega que demostró que la pretemporada había sido un desastre. Solo pudo «incorporar» a Lumor, quien ha acabado siendo uno de los grandes fracasos del club.

Apenas pudo sumar 18 de 54 puntos (6 en las 6 primeras jornadas), pero sería injusto pasar por alto que con el madrileño se vio al Málaga CF más competitivo y con el mejor fútbol. Trató de aportar otro estilo y se acabó yendo -para sorpresa de él mismo- cuando llegaron los refuerzos que precisamente había pedido.

Sergio Pellicer

El intento de héroe a la desesperada. Estaba libre y ya había salvado a la entidad del abismo en una ocasión anterior. Recibió como «regalo» a Julián Delmás, Arvin Appiah y Lago Junior. Con mayor o menor éxito ha podido disfrutar de tres jugadores nuevos. Sin embargo, los resultados quedan lejos de lo inicialmente esperado: 4 puntos en las 6 primeras jornadas.

Un entrenador distinto a todo lo que había pasado por aquí anteriormente. Con más capacidad defensiva que ofensiva y con más coraje sobre el campo que calidad técnica. Aunque la plantilla no responde al fútbol con el que siempre ha predicado.

El 90% de los jugadores han sido los mismos con los tres entrenadores. El 90%. No hubo revolución en el césped, pero sí en el banquillo con tres perfiles radicalmente distintos sin efecto alguno. Si tres entrenadores no funcionan, es que hay que mirar más allá y ya ha quedado claro que los nombres ni ascienden ni salvan la categoría. Nunca hubo un equipo, el Málaga CF tuvo a futbolistas y ellos, que son los que tienen que acabar dando la cara en el campo, son los que van a descender, salvo milagro, a un histórico del fútbol español.

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