2-2. El Málaga CF elige seguir creyendo

Pellicer tenía razón, su Málaga CF va a pelear hasta el final. O al menos esa es la impresión que dio en el Estadio de Gran Canaria. Solo los más optimistas podían pensar en sacar algo positivo en el campo del hasta ahora líder, pero el conjunto blanquiazul sí confió y se llevó un empate. El juvenil Álex Calvo, que acababa de debutar con el primer equipo, marcó un golazo que sirvió para rescatar un punto que subirá la moral antes de dos encuentros consecutivos en La Rosaleda (2-2 | Estadísticas y narración del partido). Dos veces fue por detrás el equipo de Martiricos, y dos veces decidió rebelarse ante la adversidad para llevarse un premio que era merecido.

Sin tiempo casi para entrar en calor, el Málaga ya se veía por detrás en el marcador. En otra jugada desafortunada, que en otros tiempos jamás hubiera sido sancionada, González Esteban pitó penalti, tras verlo en la pantalla, por una mano totalmente involuntaria de Esteban Burgos tras un forcejeo contra un rival. Jonathan Viera no falló. Minuto 5 y el partido ya estaba cuesta arriba.

La reacción blanquiazul llegó de la misma manera, desde los 11 metros. En un centro de falta lateral al área, Juande cabeceó anticipándose a Valles, que le golpeó con el puño en la cara y el colegiado, tras darle varios segundos de suspense, acabó señalando la pena máxima tras ver que el defensa malaguista se quedaba dolorido en el suelo. Fran Sol tomó la responsabilidad y engañó a Valles para hacer el 1-1.

Mejoró el Málaga tras el empatar el partido. El conjunto canario estaba impreciso, el planteamiento de Pellicer estaba consiguiendo ahogar su juego entre líneas y los blanquiazules eran capaces de robar una y otra vez con facilidad en el medio para salir a la contra. Así, Fran Villalba estuvo a punto de hacer el 1-2, pero su disparo se estrelló en un defensa.

Seguía poniendo en dificultades el Málaga a los de García Pimienta, y la afición local empezó a impacientarse. No me quiero ni imaginar lo que sería el Estadio de Gran Canaria si su equipo estuviera en la situación de los blanquiazules.

La imagen que estaba dando el Málaga sobre el césped era más que digna. Estaba compitiendo de tú a tú en el campo del líder de la categoría, pero con el empate no bastaba. Los de Pellicer sentían que podían sacar algo positivo de su visita a las islas, y más fácil hubiera sido si Fran Sol hubiera acertado a una ocasión clamorosa al borde del descanso. El madrileño remató al primer toque un pase perfecto de Fran Villalba y su intento se marchó rozando el larguero.

Los canarios cambiaron el plan en el descanso. Mfulu, único amonestado de la primera mitad, dejaba su lugar a Fabio. Los primeros minutos del segundo acto fueron totalmente del cuadro local, que se adueñó del balón. Tuvo que mover también el banquillo Pellicer, aunque en este caso por obligación. Jozabed sustituía a Ramón, con problemas físicos.

Todo el peligro del Málaga rondaba la zona de Fran Sol. Cristian y Delmás estaban teniendo profundidad y conseguían poner buenos centros, a los que no llegaba por poco el atacante blanquiazul. Ahora asustaba Las Palmas, siempre con Viera como cerebro de las operaciones.

Carrusel de cambios en ambos equipos para refrescar de cara a lo minutos finales. Estaba todo por definir, y Pejiño quiso, a 15 minutos del final, que la victoria tenía que quedarse en las islas. Recortó hacia dentro y soltó un zapatazo desde 30 metros al que nada pudo hacer Rubén Yáñez. Lo que no esperaba nadie es la aparición estelar de Álex Calvo para rescatar un punto para el Málaga. Pellicer apostó por él y a los cuatro minutos de entrar ya mostró todo su descaro. Controló, se marchó entre dos rivales dentro del área y la coló por debajo de las piernas de Valles para volver a empatar el partido.

El Málaga tenía el punto en su mano, y aún así tuvo que aparecer Yáñez en la última jugada del partido salvar el empate en otra clara ocasión local. Los blanquiazules se llevan su recompensa de Gran Canaria. Premio menor, pero importante para intentar creer.