Vuelve el fútbol de antaño, el de los transistores, el de estar pendiente de lo que ocurra en el partido de tu equipo y en los del resto de la jornada. Como es habitual desde hace años, las dos últimas jornadas de LaLiga SmartBank se jugarán en horario unificado, y eso aumentará la emoción de un día donde el Málaga CF tiene que intentar mantener vivas sus pocas opciones de permanencia, sin depender de sí mismo.

El conjunto blanquiazul saltará al césped de Mendizorroza a la misma hora que el Sporting en Ipurúa, único equipo al que el Málaga puede superar en la tabla. Todos los encuentros que impliquen a algún equipo que está luchando por no bajar o a otro que esté en la batalla por el ascenso se jugarán este próximo sábado a las 18.30 horas. Y esto es porque el Málaga y el Sporting se miden al Alavés y al Eibar, que juegan por subir, por lo que ambas batallas deberán ser a la misma hora. Solo los partidos en los que no haya nada en juego han variado su horario de inicio.

En el banquillo blanquiazul tendrán que estar pendiente a lo que pase en Ipurúa, con la necesitad de un triunfo armero para que el descenso no sea matemático, pero primero el Málaga debe ganar para tener alguna opción. Si los de Pellicer no suman de tres, serán automáticamente equipo de Primera RFEF. Y además necesita la derrota asturiana para mantener alguna esperanza de salvarse -también habría que poner un ojo a lo que haga el Huesca y no haya posibilidad de un triple empate que condenaría a los blanquiazules en la última jornada-.

La última jornada de LaLiga SmartBank, la próxima semana, también está fijada en horario unificado, para el sábado 27 de mayo a las 21.00 horas. Si el Málaga llega con alguna opción de permanencia, ese encuentro se jugará junto al resto, pero si llega ya descendido es probable que se separe de los demás compromisos de la última fecha. Y esto es posible porque el rival es el Ibiza, que ya está matemáticamente descendido a la categoría de bronca del fútbol español.