Descenso a Primera RFEF

La dura realidad económica que debe afrontar a partir de ahora el Málaga CF

El descenso supondrá un duro golpe a las arcas, principalmente por la caída de los ingresos por derechos de TV, y el club estará obligado a hacer recortes en todas las áreas para adaptarse a su nuevo estatus fuera del fútbol profesional

José María Muñoz y Kike Pérez tienen trabajo.

José María Muñoz y Kike Pérez tienen trabajo. / MALAGA CF

Manuel García

Manuel García

El descenso a Primera RFEF es el mayor fracaso deportivo del Málaga CF y sus consecuencias aún son difíciles de calcular. Solo hay una cosa clara, el presupuesto anual caerá drásticamente y eso no solo afectará a la plantilla, sino a todas las áreas del club. Vienen semanas complicadas por Martiricos. A José María Muñoz y a Kike Pérez les toca ahora liderar la reconstrucción de un club que tendrá que amoldarse a su nueva realidad económica fuera del fútbol profesional. Toca tomar decisiones que ojalá nunca hubieran tenido que llegar, y algunas de ellas serán dolorosas, a la par que obligadas para la subsistencia de la entidad.

En el club siempre han tenido presente que este momento podía llegar. En más de una ocasión José María Muñoz ha dicho que este escenario estaba contemplado desde su llegada al club. Se transmitía que había un plan diseñado, que hasta ahora estaba guardado en un cajón y por desgracia habrá que activar.

La salida del fútbol profesional es un drama en lo económico. La caída a Primera RFEF, tercera categoría, conllevará una reducción notable del presupuesto, provocada en mayor parte por la caída de los ingresos por derechos de TV. Las cifras son escalofriantes. En la temporada 2021-22, el Málaga ingresó 7,44 millones de euros por este concepto, en Primera RFEF tendría garantizados solo unos 200.000-300.00 euros. Y a eso hay que sumar la bajada de facturación por otros motivos como los patrocinios o la venta de abonos y entradas. Solo con eso ya se perderán más de 7 millones de ingresos y será duro cuadrar cuentas.

¿Un nuevo ERE?

Hace solo tres veranos, José María Muñoz tuvo que impulsar dos ERE. El primero, a la plantilla. Y luego otro a nivel de club para adaptar su dimensión a Segunda División, cuando el Málaga agonizaba económicamente. Pues tres años después esa amenaza vuelve a sobrevolar Martiricos. Los movimientos más dolorosos llegarían a nivel del club, ahora tocará seguir recortando en nóminas para adaptarse a los ingresos con los que contará el club el próximo curso.

El administrador judicial deberá meter la tijera en todos los departamentos del club. La plantilla total de trabajadores que rodean al primer equipo, a la cantera y a las diferentes áreas sufrirá recortes obligados. Y esto afectará a personas que, precisamente, no cuenta con contratos de futbolistas o directivos, sino unos sueldos mucho más humildes.

El momento que nadie quería afrontar, ni dentro ni fuera del club, se ha convertido en realidad. El descenso, inevitablemente, trae consigo una profunda y dolorosa reestructuración al club de Martiricos, la segunda en tres años.

Espantada de jugadores

La mayoría de la plantilla se marchará del club tras el descenso. En el verano de 2020 fue necesario aplicar un ERE nada habitual en el fútbol a la plantilla para poder deshacerse de los sueldos más altos y poder mantener el club a flote. Esta vez no será necesario llegar a tal extremo, porque la mayoría de los futbolistas tienen cláusulas liberatorias y serán libres para partir a otros clubes.

El nuevo director deportivo, que tiene que ser anunciado por el club, llegará con el reto de conformar una plantilla que luche por volver al fútbol profesional prácticamente desde cero, con una base de canteranos y pocos jugadores de la actual plantilla profesional. Salvo excepciones, los que se queden lo tendrán que hacer por voluntad propia y ajustándose a las posibilidades económicas de la entidad de Martiricos.

Queda por delante otro verano muy movido en las oficinas del club. El Málaga CF baja otro escalón después de cinco años consecutivos en Segunda y no queda otra que ajustarse el cinturón y trabajar a destajo con el objetivo de devolver a un club histórico al fútbol profesional. Y cuanto antes, mejor.

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