Previa

Málaga CF-UD Ibiza: Portazo y adiós

El conjunto blanquiazul escribirá este sábado el final a su paso por el fútbol profesional tras 25 años consecutivos en un partido donde el foco no estará en la pelota, sino en el comportamiento de la afición hacia los jugadores y los directivos

Imagen de un entrenamiento del Málaga CF esta semana.

Imagen de un entrenamiento del Málaga CF esta semana. / Álex Zea

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Ahora sí. Ha llegado el día que nadie quería vivir. El partido que nadie hubiera pensado jugar. El Málaga CF va a firmar este domingo el final a 25 años consecutivos de historia en el fútbol profesional con el encuentro más difícil de la era moderna blanquiazul. Un duelo ante la UD Ibiza (18.30 horas/LaLiga SmartBank) en el que no hay absolutamente nada en juego para dos equipos que están descendidos y en el que se espera un infierno como nunca antes se había visto en las gradas de La Rosaleda.  

Las palabras de Sergio Pellicer en lo que debía ser la previa de la jornada 42 de LaLiga SmartBank fueron claras: «El partido de mañana -hoy- es lo menos importante». Y se podría añadir sin duda alguna que el más difícil. Ni siquiera los que se jugaron tras haberse consumado el descenso a Segunda División van a poder acercarse. La relación entre club y afición está prácticamente rota. La llegada de Loren Juarros podría haber calmado las aguas, pero es tal la crispación que de nada ha servido, desde el punto de vista social, el aterrizaje del nuevo director deportivo.  

Si se hace un poco de memoria, el partido ante el Mirandés del pasado 13 de mayo ya fue muy complicado. Aquel día, aún había posibilidades, por remotas que fueran, de poder luchar por la permanencia. Sin embargo, y a pesar de la victoria, la paz ni se llegó a intuir. Representantes de las peñas leyeron en la previa un manifiesto con palabras muy duras hacia los máximos responsables del club y los jugadores que formarán parte de la historia más negra de esta entidad tras firmar el descenso al fútbol no profesional. No solo eso. En el césped ‘brilló’ un silencio desolador como protesta y pitos y cánticos apuntando hacia todos.

Si aquel día fue complejo de sobrellevar, lo de hoy puede ser infernal. La afición se ha vuelto a citar en la recta de tribuna, a partir de las 17.30 horas, con una manifestación bajo el lema «El cortijo corrompe al Málaga CF por sus intereses personales» y dirigida «contra los que nos han llevado al infierno». Lo cierto es que ya estaba ideado, pero algunas de las cuestiones planteadas los últimos días en sala de prensa no han hecho más que encender una llama para la que nadie tiene extintor ahora mismo. 

Eso será antes del encuentro. Cuando eche a rodar el balón llegará uno de los momentos más ‘esperados’. La propia grada de animación ha puesto en marcha un llamamiento para dejar las gradas de La Rosaleda vacías durante 25 minutos, uno por cada año que ha estado el conjunto blanquiazul en Primera o Segunda División. Y hay más. También han invitado a vestir la camiseta negra «para mostrar que no ha sido un fraude de temporada, sino que ha sido una temporada terrorífica». Así que seguramente sí, el partido más difícil. 

En lo que es lo puramente futbolístico... ninguna importancia ha tenido esta semana y menos va a tener este sábado. Ni siquiera ha sido trascendente que Ramón, Lago Junior, Delmás y N’Diaye van a ser baja en este punto final. ¿Es fundamental saber si Rubén Castro va a ser el sustituto del costamarfileño? ¿Si Esteban Burgos o Ramalho van a jugar? Pellicer ya manifestó que van a salir a competir y que planteará una alineación para ganar. Sin embargo, de poco servirá y ningún consuelo tendrá ganarle al Ibiza. Aunque sea por 12-0.  

La ‘buena’ noticia -si es que se puede decir bueno a algo relacionado con el Málaga CF ahora mismo- es que este tormento acaba. De la forma más terrible, pero acaba. A partir del lunes debe empezar una nueva página de la historia de este club, el camino para regresar al fútbol profesional.

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