Sergio Pellicer compareció largo y tendido en rueda de prensa tras la derrota del Málaga CF frente al Alcoyano (1-2). Reconoció la labor de sus jugadores, pero dio un mensaje de presión por parte de algunos jugadores en La Rosaleda a la hora de afrontar de estos partidos y, sobre todo, para entrar en el encuentro.
Balance
"Creo que a raíz de no entrar bien, con tres ocasiones claras no entrando bien, nos ha faltado energía, empuje y fútbol. Sabíamos que era un tema de transiciones. Lo que es verdad es que es una primera parte irreconocible a partir del primer gol de ellos. Eso es que realmente no puede pasar. Te pueden pillar en una acción de efectividad muy bien ejecutada. Teníamos que haber apretado por zonas laterales para hundirlos y no puedes tener miedo. A raíz del primer gol hemos estado irreconocibles incluso en aspecto mental, sufrir pérdidas muy fáciles y estados de ánimo. Pero no queda otra, saber que es un baño de realidad.
Nos ha pasado en la jornada 13. Se lo he dicho a los chicos. Estando al límite competimos contra cualquiera. Si bajamos un poquito cualquier rival tiene sus argumentos. El entrenador debe hacer autocrítica y pensar. Hemos hecho el mismo planteamiento. Teníamos que asumir más riesgos y después de encajar el gol o hemos asumido riesgos, hemos tenido miedo. Muchos se han dado cuenta hoy de lo que es La Rosaleda y de lo que es Málaga. También es un aprendizaje".
¿Peor momento?
"Es el más complicado, es la segunda derrota en 13 jornadas. Es cierto que en los dos últimos partidos de casa no hemos sido regulares y constantes, pero sí reconocibles generando situaciones, esta vez no. Tuvimos el poste, la de Jokin y la de Roberto... El rival ha hecho una primera parte en las transiciones enorme, no llegábamos a la segunda jugada en el centro con los centrocampistas. Con lesiones o sin lesiones había que ganar, eran tres puntos, somos el Málaga. Esa es la exigencia que tenemos. Necesitamos la mejor versión en cada partido. Más allá de la dinámica es el tema a nivel mental de encajar un golpe en casa".
Segunda parte
"Con los cambios hemos intentado dar profundidad con línea de tres, desordenar el equipo, no ser asimétricos, dejando la banda izquierda de ellos e intentar generar. Cuando hemos marcado el penalti era el momento clave sin estar bien, ya estábamos mejor con los delanteros. Nos falta ese punto de energía final. Tuvimos varias situaciones y nos falta esa calma".
La Rosaleda
"El jaque mate es el gol. Recuerdo lo de Jokin o Roberto cambia el partido si entran. No nos podemos permitir perder el control de los partidos, tenemos que ajustarlos. Es complicado. Nosotros lo recordamos todos los días. También viene bien un baño de realidad y volver a ese espíritu amateur de la pasión y del querer. A nivel de esfuerzo no se puede exigir más. Es innegociable y lo dan todo. Por nuestra parte intentar buscar soluciones y agitar las mentes de los jugadores, el tema táctico y físico y darles confianza. Disfrutar de la presión de la competición y de estar en este equipo. Es una clave, pero entrenando al máximo, que la presión no te pueda. Y sí nos ha podido un poco esa presión".
Afición
"Es normal que se vaya enfadada la afición. Después del gol hemos estado mal el equipo. Agradecer por el apoyo, tras el gol nos han empujado y nos han dado esa energía para estar en el campo rival. La verdad es que no hemos estado bien. Lo hemos dado todo. Tenemos que mejorar, es un baño de realidad. Estamos en la jornada 13. Vamos a seguir trabajando y dar lo máximo y transmitir los valores del esfuerzo. A partir de ahí, hay que mejorar a nivel técnico-táctico y toma de decisiones. Que vean el esfuerzo, nos deja un regusto muy amargo".
Bajón en casa
"Es muy largo, a nivel de sensaciones damos de irregularidad en casa. Es el segundo partido que hemos perdido en toda la temporada. El foco nuestro es trabajar, saber que hay un equipo que va en otra velocidad que los demás y cuanto antes se reconozca mejor. Hay que recuperar la nuestra. Va a depender de nosotros. Si se van a nueve... depende de nosotros. Es un mes de supervivencia. Han jugado jugadores que han entrenado poco. Tenían que jugar porque no había mucho más. Lo siento de corazón, pero no estuvimos bien".
Nivel de exigencia
"Sabemos lo que es esta presión y este escenario. La gente es exigente. Viene a ver ganar, a ver a su equipo jugar al fútbol, que sea valiente. Los chicos son los primeros que sufren. El grupo es una familia y ahora es cuando más unidos debemos estar. Al acabar tuvimos una charla para que supieran entender, lo que les he dicho, yo solo con ellos, se queda ahí, no voy a decir. Ellos son los que estaban más tristes junto al aficionado. Ahora, 24 horas de duelos y el lunes volver a entrenar. Estoy preparado, veremos el partido y el lunes con energía. El entrenador es un espíritu que necesita energía positiva. El lunes, a entrenar a full".