Afición

El gol de Roberto generó tensión en Balaídos

Tras el segundo tanto del Málaga CF, aficionados celtistas lanzaron objetos a la zona en la que celebraron los jugadores blanquiazules y grababan los periodistas malagueños ubicados a pie de campo

Una captura del vídeo de Javi Muñoz, de Cadena Ser Antequera.

Una captura del vídeo de Javi Muñoz, de Cadena Ser Antequera. / Javi Muñoz

El partido de ida de la semifinal del play off de ascenso a Segunda División entre el Celta Fortuna y el Málaga CF ha dejado numerosas conclusiones y frentes abiertos. Ambos equipos firmaron un buen partido, con alternativas, llegadas constantes y emociones cambiantes. Sin embargo, contó con algunos lunares que van más allá del fútbol. La tensión entre ambas aficiones fue una realidad durante el encuentro, con habituales intercambios de cánticos ofensivos y gestos.

Mientras tanto, se estaba jugando un partido de fútbol en el terreno de juego. Roberto se inventó un balón donde no parecía haber nada y acabó provocando un penalti ante la salida de Ruly García, que lo derribó. El de Puente Genil no se separó de la pelota desde que el árbitro señaló la pena máxima hasta que lo autorizo a lanzar. Y acertó. El máximo artillero malaguista dio la vuelta al partido, poniendo al Málaga por delante en el marcador. Fue entonces cuando se evidenció la mencionada tensión.

Los malaguistas celebraron el tanto de su delantero en piña ante el fondo en el que estaban los aficionados celestes. Fueron estos quienes procedieron a lanzar multitud de objetos a los futbolistas y a los distintos periodistas y fotógrafos que cubrieron el choque a pie de campo. Es en un vídeo publicado por Javi Muñoz, periodista de Cadena SER Antequera, donde se puede apreciar a la perfección el incidente.

Los jugadores de sendos equipos recriminaron a los aficionados su actitud y Bernard Severa, colegiado del encuentro, tomó nota de ello. Así lo expresó en el acta: «Tras la consecución del gol del Málaga, en el minuto 60, aficionados situados detrás de dicha portería, identificados como aficionados locales por sus vestimentas y bufandas lanzaron una decena de botellas de agua de plástico llenas y vacías de tamaño 33 centilitros al terreno de juego sin impactar en ningún jugador».

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