El casting en el centro del campo aumenta las dudas en el Málaga CF

Sergio Pellicer afrontaba ante el Cádiz el planteamiento más difícil de la temporada. Con las bajas por lesión de Dani Lorenzo, Manu Molina y Ramón, y la sanción de Luismi, debía recomponer el centro del campo y casi la identidad del equipo sobre el césped. Pues el casting en la sala de máquinas no dio los frutos esperados y dejó a un Málaga CF muy lejos de su mejor versión sobre el césped.

Titularidad para Juanpe

Izan Merino -más centrado en la parcela defensiva- y Juanpe salieron como titulares, recuperando así al jerezano de inicio por primera vez desde el pasado mes de octubre de 2024. Desde entonces, se ha mantenido en el ostracismo más absoluto, pero las impresiones que dejó en sus primeros minutos en La Rosaleda dieron una buena imagen. Mejor en defensa que en ataque, aunque asumiendo la responsabilidad para ser el generador.

No obstante, el paso de los minutos fue en detrimento de esas sensaciones. Juanpe comenzó a errar en los desplazamientos en largo, se quedó sin encontrar a sus compañeros y abusó de los toques de balón, algo generalizado en el derbi. El Málaga CF ya perdió el control del partido en la segunda mitad y no pudo volver a hacerse con el timón del equipo, perdiendo muchas posesiones. Aunque lo lógico es que vuelva con más asiduidad al césped durante las próximas semanas, ganando así confianza.

Sangalli como recambio

A excepción de Pablo Arriaza, a Pellicer no le quedaban más opciones para meter en ese doble pivote que Luca Sangalli, otro de los jugadores que se presentaba al casting este fin de semana para asumir más responsabilidades. Si bien su compañero gaditano no estuvo especialmente fino, aunque sí con mejores sensaciones, el vasco sí acabó especialmente señalado en la derrota.

Ingresó a La Rosaleda con 15 minutos por delante para ganarse más oportunidades en este tramo de bajas. Pues perdió una pelota en la medular que acabó en el primer gol de Óscar Melendo, mientras que, dos jugadas después, pudo haber cortado una acción en el centro del campo con falta, y su correspondiente tarjeta amarilla, para evitar el decisivo tanto del exblanquiazul José Matos.

Ni Larrubia ni Ochoa...

Sin embargo, por mucho que Juanpe y Sangalli estuvieran a prueba, tampoco llegaron mejoras significativas por parte de otros jugadores. Ante los problemas, Pellicer se quedó sin soluciones y lo intentó con varias figuras. Intentó que Aarón Ochoa estuviera más en contacto con el balón en fases de creación, pero el canterano perdió ante el Cádiz un importante número de balones con muchas acciones individuales. Tampoco estuvo muy lúcido Larrubia, que tampoco consiguió dar fluidez al ritmo del equipo.

Habrá que ver cómo gestiona el cuerpo técnico esta situación con el paso de las semanas. Luismi regresará para el Carlos Belmonte, pero tampoco es el generador de juego. Hasta que vuelva Manu Molina, la obligación pasa por encontrar un recambio cuanto antes para hacer mejores a los extremos y a los delanteros. Por el momento, toca inventar y las pruebas este domingo no hicieron más que aumentar las dudas.