El centro comercial a pie de playa marbellí Plaza del Mar ya está bendecido por la Junta de Andalucía. Hasta ahora era una de las cinco áreas suspendidas por la Consejería de Obras Públicas y Vivienda. Los sectores San Francisco Norte, Chorreaero, Arroyo Segundo, Los Magnolios y Alvarito Playa quedaron en el limbo urbanístico de la ciudad.

El Gobierno autonómico aprobó la totalidad del planeamiento urbanístico, que permitía la legalización de 16.500 inmuebles de un total de 18.000 ilegales. Salvo estos ámbitos en concreto. Consideraba, en la mayoría de los casos, que incumplían el objetivo de preservar los espacios libres del litoral.

En el caso de Plaza del Mar había desacuerdo en cuanto a la definición del ámbito integrada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como parque urbano. El documento urbanístico establecía la necesidad de elaborar un estudio de detalle que asegurara el uso y dominio público del suelo reservado para este fin. «Dicho instrumento estará legitimado para la fijación de la rasante oficial, de manera que se admita la segregación del subsuelo con destino a usos privativos de aparcamientos e incluso con usos de servicios terciarios», señala.

«La aprobación de este estudio de detalle estará condicionada, además del establecimiento del carácter de uso y dominio público del suelo, a la previa disposición por parte de la administración de las plazas de aparcamientos bajo rasante que le corresponden conforme a su derecho por la previa aportación de suelo, a fin de regularizar de forma equilibrada la actuación», prosigue.

En definitiva, de este modo, permitía mantener la titularidad privada de determinados espacios comerciales, así como buena parte de los aparcamientos.

La Junta informó ayer mediante nota de prensa de que la «anomalía» detectada ya ha sido subsanada, tras modificar este artículo. Aunque no facilitó su nueva redacción.

El acuerdo permitirá que las terrazas, tanto superior como inferior del recinto sean de dominio público. Obligará a destinar unos 9.000 metros cuadrados de suelo para comunicar la plaza –hasta ahora privada– con el paseo marítimo, además de ofrecer un acceso peatonal público con el paseo marítimo.