Los trabajadores de Rilke Motor acaban de recibir la comunicación del inicio de un periodo de consultas para la aprobación de un expediente de regulación de Empleo (ERE) que afecta a la totalidad de la plantilla en Marbella y Ronda y que supondrá el despido de 42 trabajadores.

Tras un primer intento de conciliación ante Centro de mediación, conciliación y arbitraje en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (SERCLA) entre el comité de empresa de Rilke Motor y la dirección de la misma, y según afirmn en un comunicado el Sindicato de Industria de CCOO Y UGT de Málaga, no hubo ningún acuerdo para pagar los salarios atrasados a todos los trabajadores de dicha empresa que ascienden a casi cinco mensualidades.

Por ello, han anunciado la convocatoria de una concentraciónel día 11 de abril, a las 12:00 horas, a las puertas de la concesionaria Ford Marbella para denunciar el cierre y el despido de los 42 trabajadores.

El Comité de Empresa de Rilke Motor ha convocado esta concentración para denunciar el cierre de Ford Marbella, exigir un plan de recolocación, sus puestos de trabajo, el abono de la indemnización legal que pudiera corresponderles así como exigir el pago de los salarios atrasados de los trabajadores de dicha empresa, que se trata de un concesionario de la marca de vehículos Ford, que tiene dos oficinas en la provincia, una situada en Marbella y otra en Ronda.

Según ha denunciado esta mañana el representante sindical de CCOO y UGT en Rilke Motor, Francisco Sánchez, “los 50 trabajadores actualmente contratados por esta empresa estamos afectados por el ERE extintivo, donde no se concreta cantidad alguna de indemnización a abonar, ni cómo se van a hacer frente al pago de los salarios, entre ellos, las dos pagas extraordinarias de julio y diciembre de 2011, la mitad de nuestro salario del pasado mes de febrero y la paga de este mes de marzo”.

En total, ha continuado el sindicalista, “la empresa nos debe a cada trabajador una media de 5.000 euros, su puesto de trabajo o la indemnización que legalmente les corresponde”. Sin embargo, Sánchez ha criticado que “la empresa está alegando que no tiene dinero para pagar cuando sabemos que es totalmente falso, que el grupo de empresa es solvente, por tanto no entendemos que se nos siga debiendo dinero y que cierre la empresa cuando la empresa está obteniendo beneficios”.