Marbella estrenó ayer su feria, unos festejos que celebra en honor a uno de sus patrones, San Bernabé. La particularidad de este año es el recinto. Por primera vez no será necesario moverse para prolongar de noche la fiesta que comienza de día.
«Este es un ejemplo de cómo queremos que sea el recinto ferial permanente», aseguró ayer la alcaldesa, Ángeles Muñoz, tras cortar la cinta que invita a los vecinos a atravesar el arco de la feria.
Para el año que viene, está previsto el traslado a los terrenos ubicados al norte del Centro Comercial La Cañada, indicó la regidora. «Este año era inviable», dijo. Faltan accesos y faltan infraestructuras, justificó.
La música invadió la humilde y poblada barriada de Las Albarizas ayer. Lo hará hasta el domingo. Algunos residentes no dormirán mientras otros disfrutan de actuaciones y atracciones, comentaban ayer los marbellíes agrupados en corrillos.
Era la única crítica al nuevo recinto. «Es precioso y está muy ordenado», afirmaban las abuelas ataviadas de trajes de gitana, mientras observaban las 27 casetas de imagen homogénea que se disponen a ambos lados del recinto, en una sola calle.
Pulseritas. Los padres pasaban por la ludoteca antes de entrar en la feria. Es la primera vez que los festejos de San Bernabé cuentan con un servicio de este tipo. Es una especie de guardería en la que los más pequeños pueden jugar entre ellos mientras los mayores se distraen en solitario unas horas. Los voluntarios de Protección Civil les colocan unas pulseritas con sus datos, lo que facilita la localización del menor en caso de extravío.
«Está muy bien porque yo me quedo más tranquila», aseguraba ayer María Ruiz tras dejar a dos de sus tres hijas en la ludoteca.
Los mayores de la casa también tienen sede propia. Una caseta para comer, hablar y bailar con la música que más les guste.
Toros, humor y baile tampoco faltarán. El programa ferial recoge las actuaciones del cantante Manuel Carrasco, mañana, y de Los Morancos, el domingo. «Esta feria será todo un éxito», auguró ayer la alcaldesa.
