El hotel Villa Padierna, ubicado en la localidad malagueña de Benahavís, cerca de Marbella, ha recibido hoy la sexta estrella, calificación que se da a hoteles de gran lujo por la calidad de sus servicios e instalaciones, y que es superior al cinco estrellas gran lujo.

Según ha informado a Efe el propietario del complejo hotelero, Ricardo Arranz, la compañía que otorga dicha calificación, "Seven Stars and Stripes", nominó el establecimiento el pasado año y hoy le han hecho entrega de la placa honorífica.

Arranz ha señalado que esta nominación internacional se realiza en "hoteles especiales de todo el mundo", y en su caso han valorado tanto los servicios que presta la planta hotelera como la atención que dispensa el personal y la calidad de las instalaciones.

En este sentido, ha destacado la valoración que se ha realizado de los "servicios complementarios", como los tres campos de golf con los que cuenta, la escuela de golf, la construcción, el SPA, el servicio de navegación en barcos del propio hotel, donde se puede hacer vela o pescar, o "ir de caza a una finca propiedad del establecimiento".

El proceso que han empleado para ello, consiste en el análisis riguroso de la calidad de la edificación, las instalaciones o del servicio a través de visitas de analistas de incógnito, "como en la estrella Michelín", que visitaron el hotel en 2011.

El estado de las sábanas, las almohadas o la composición de los edredones son elementos que se tienen en cuenta a la hora de otorgar esta denominación, una fórmula para conseguir que los hoteles "se pongan un poco las pilas", ha agregado Arranz.

Las instalaciones de Villa Padierna están decoradas con más de 3.000 piezas pertenecientes a una colección de antigüedades catalogadas desde la época romana hasta el siglo XIX, principalmente pinturas y esculturas de mármol, y cada habitación o suite es distinta a las demás en cuanto a "muebles, antigüedades y estilos".

La arquitectura simula a los palacios de La Toscana, con la vegetación característica de esta zona, como son los cipreses y las jacarandas, y una parte del edificio recrea el Palacio de Villa Padierna de Madrid y otra el Palacio de Linares.

El hotel alberga cada temporada a personalidades destacadas del mundo empresarial, político y de las finanzas que han pasado sus vacaciones en el establecimiento, así como artistas de relevancia.

En su opinión, el posicionamiento que otorgó Expedia en 2010 al complejo hotelero tras la visita de la esposa del presidente de Estados Unidos Michelle Obama, que lo situó como "el mejor de España y el 28 del mundo", ha provocado esta calificación de seis estrellas.

En España la catalogación de los hoteles la otorga el Estado, cuya máxima categoría es el "cinco estrellas gran lujo", que ya recibió la planta hotelera en 2004.

Aunque esta denominación seis estrellas no es oficial en España, Arraz ha señalado que en un momento de crisis como el actual, recibir la calificación de seis estrellas es una "alegría y una motivación", sobre todo para el personal, ya que supone un reconocimiento y un orgullo, y sirve para atraer turismo de calidad.