El secretario general del Ayuntamiento de Málaga, doctor en Derecho y experto en urbanismo, Venancio Gutiérrez, pronunció una ponencia en la que aseguró: «Si queremos crear empleo es un error prescindir de ese nicho de empleo que es el urbanismo».

Gutiérrez quiso ligar así el urbanismo y su relación con la crisis, y afirmó que ello no debe entenderse como una vuelta al modelo anterior, el de los desmanes y el ladrillo a mansalva, sino que «debe haber una moratoria en el crecimiento de las ciudades». ¿En que se cimenta, entonces, ese reenfoque del urbanismo como fuente de riqueza? «Debemos centrarnos en la rehabilitación y reforma de la ciudad», recalcó.

En su opinión, a final de la legislatura anterior la comunidad autónoma «fue muy inteligente al tratar de buscar el desarrollo de la actividad urbanística» con el decreto de edificaciones y asentamientos urbanos en suelo no urbanizable y la modificación de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía.

«La ley ha sido la Ley del suelo urbanizable», señaló, para insistir en que ahora se pueden hacer cosas en suelo no urbanizable y urbano, «y eso facilita el trabajo de arquitectos, constructores, técnicos y juristas».

La afectación de esos suelos, claro está, es limitada, pero al menos ahora posibilidades para que se empiece a mover de nuevo el magma urbanístico que tanto trabajo dio en el pasado, y, además, es un sector al que la Costa del Sol no puede renunciar. En Marbella, ya hay movimiento en el sector del turismo residencial.