Las aguas bajan revueltas en Marbella. Durante el día de ayer se puso de manifiesto que la posibilidad de construir rascacielos en la joya de la corona del turismo de la Costa del Sol no deja indiferente a nadie. De hecho, «el hijo del príncipe Salman, heredero de Arabia Saudí, ha dicho que su familia y su séquito se irían de Marbella si se construyesen rascacielos». Así de rotundo se manifestó ayer Pablo de Hohenlohe, sobrino del príncipe Alfonso de Hohenlohe -uno de los artífices de lo que hoy es Marbella- y miembro de la plataforma que han constituido un millar de personas entre vecinos, profesionales y destacados miembros de la sociedad marbellí, en contra de la posibilidad de que se construyan rascacielos en Marbella.

Los miembros de este colectivo hicieron ayer público un manifiesto en el hotel San Cristóbal en el que rechazan la posibilidad de construir este tipo de edificios en Marbella. La plataforma rechaza los argumentos de que van a revitalizar las zonas en las que se construyan porque no les hace falta y critican que se quiera vincular la imagen publicitaria y el futuro económico de Marbella a la construcción de rascacielos.

En este sentido, admiten que un edificio emblemático puede contribuir a posicionar a Marbella en un mundo globalizado, pero afirman que el valor de una obra de este tipo reside en los contenidos culturales de la obra en sí y no en su altura o en el efecto mediático de su firma.

Los miembros de la plataforma denuncian que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Marbella quiere cambiar el modelo urbanístico de pueblo mediterráneo que ha caracterizado a Marbella sin contar con la ciudadanía y por ello instan a la alcaldesa a anular el acuerdo aprobado en pleno, en noviembre pasado, con los únicos votos a favor del PP:

La concejala del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Marbella Chela Figueira aseguró ayer que la alcaldesa cumplirá su palabra y el Partido Popular anulará hoy el acuerdo que aprobaron hace casi dos meses, ante el rechazo social generado en contra de los rascacielos.

Sin embargo, ayer se conoció que el promotor de uno de estos edificios, el empresario Pedro Rodríguez, intentó reunir a los portavoces de los grupos de la oposición en el despacho de la alcaldesa de Marbella para trata de llegar a algún tipo de acuerdo que permitiera seguir adelante con el proyecto. Este hecho, unido a los votos del Partido Popular a favor de la construcción de los rascacielos en algunas juntas de distrito, desató ayer las suspicacias entre los miembros de la plataforma y de los partidos políticos.

En este sentido, la presidenta de la plataforma y también presidenta de la Asociación de Comerciantes y Profesionales del Casco Antiguo de Marbella, la arquitecto Carola Herrero, afirmó que mantendrán su actividad hasta que tengan las garantías jurídicas de que no se van a levantar este tipo de edificios en Marbella.