Los abogados de la familia Kinahan, el clan irlandés investigado por la policía por su presunta pertenencia a la mafia de ese país en el marco de la operación Shovel, anunciaron ayer que solicitarán protección para Daniel, uno de los hijos del patriarca, Cristopher, afincado en Estepona. Los letrados que ostentan su defensa también quisieron dejar claro que esta familia no tiene «ninguna relación personal, de amistad, laboral o empresarial» con Gerard Kavanagh, acribillado a balazos el pasado domingo mientras tomaba café en un centro comercial de Elviria (Marbella).

«La única coincidencia entre Daniel y Gerard es que son irlandeses», precisaron los juristas Javier Arias y Teresa Toscano, representantes de los intereses de la familia en España y en especial defensores de Daniel en otro procedimiento judicial.

Así, la solicitud de protección no sólo será presentada por la violenta muerte del ciudadano irlandés, al que los medios de aquel país vinculan a la familia Kinahan, algo que ahora desmienten los letrados. Detrás de esta petición de seguridad al juez de Estepona que lleva el caso está una agresión de la que fue objeto Daniel Kinahan a principios de agosto. Él tiene que residir en España de forma obligatoria por imperativo judicial al estar pendiente de un proceso penal. Por ello, los letrados van a exigir que se arbitren los medios de protección pertinentes para asegurar la integridad física de Daniel Kinahan. En concreto, éste fue tiroteado en agosto cuando llegaba a su casa, pero el perjudicado fue finalmente un amigo suyo. El sicario en cuestión huyó.

Kavanagh, según la versión de la familia Kinahan, no tiene nada que ver con ellos. Éste, de 44 años, tomaba café en Harmons, un pub irlandés de un centro comercial de Elviria cuando dos individuos vestidos de negro lo asesinaron de varios balazos de forma muy rápida, fría y profesional. Uno de ellos lo remató con un disparo en la cabeza.

Kavanagh era muy conocido dentro del crimen organizado irlandés. Al salir de la cárcel por un asunto de tráfico de drogas, y junto a su amigo Paul Rice, ingresó en el clan de los Kinahan, siempre según la prensa irlandesa, lo que ahora niega la familia. A esta organización se le investiga en el marco del caso Shovel de traficar con drogas, armas y blanquear dinero.

En el sumario de ese caso, incluso, se detalla la relación de Cristopher con Michel McAvoy, uno de los directores del asalto al tres de Glasgow, el robo del siglo XX. La policía cree que la red tiene negocios en Latinoamérica, África y China, entre otros rincones del mundo.