­Marbella continúa consternada por el trágico suceso del martes en el que dos jóvenes turcos sordomudos de 18 y 19 años, y uno de los monitores, de 30 años, fallecieron al ahogarse en la playa de la Venus del municipio. Un tercer estudiante logró ser rescatado con vida del agua y permanece ingresado grave en el Hospital Costa del Sol. Fuentes próximas a la investigación informaron ayer de que el monitor y dos jóvenes se lanzaron al agua al comprobar que un compañero tenía problemas para salir del mar, como ya adelantó este periódico.

El portavoz del equipo de gobierno local, Félix Romero, aseguró que «una de las causas que pudo provocar la tragedia es que los estudiantes no sabían nadar y no conocían bien la playa».

La corporación municipal encabezada por la alcaldesa, Ángeles Muñoz, el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo y el cónsul de Turquía en Málaga, Vicente Morató, guardaron ayer un minuto de silencio a las puertas del Consistorio en recuerdo de las víctimas.

«Queremos trasladar el pésame a la familia de los fallecidos. Los cuerpos se encuentran en el Instituto Anatómico Forense donde les están realizando las autopsias. En cuanto estén todos los trámites finalizados serán repatriados lo antes posible a su país de origen al igual que el resto del grupo de estudiantes», apuntó Ruiz Espejo. Por su parte, el cónsul de Turquía agradeció el apoyo de todas las instituciones españolas. «El Gobierno turco ha decidido que el joven hospitalizado permanezca en el Hospital Costa del Sol donde recibe una atención médica de calidad», señaló. Aunque el estado del paciente sigue siendo grave, neurológicamente está respondiendo bien al tratamiento por lo que el aspecto más preocupante, por el momento, es el de la situación respiratoria que continúa siendo delicada.

Asimismo, la alcaldesa aseguró que «el Ayuntamiento ha puesto al servicio del resto de estudiantes a psicólogos especializados, traductores e intérpretes del lenguaje de signos que les ayuden con el trauma».

El grupo de diez jóvenes y dos monitores llegaron el pasado domingo 5 de abril a Marbella en el marco de un programa de intercambio de Erasmus + procedentes de la Anafartalar Special Education Vocational School de Gelibolu, una localidad de la provincia de Çanakkale situada en la región de Mármara, al noroeste de Turquía. La fecha de vuelta estaba prevista para el próximo 18 de abril. Los jóvenes se encuentran alojados en el albergue África de la ciudad.

El suceso. Una mujer que estaba tomando el sol en una hamaca dio la voz de alarma al ver que tres jóvenes hacían movimientos bruscos desde el mar. Al ser personas con discapacidad auditiva y de lenguaje, los estudiantes no pudieron pedir auxilio lo que hizo que tardaran más en darse cuenta de lo que ocurría los usuarios que se encontraban en la playa.

Víctor Alonso, hamaquero de uno de los chiringuitos de la zona, cogió un salvavidas y se tiró al agua sacando al primer joven. Una enfermera británica le hizo la reanimación cardiaca sin éxito. Varios turistas, camareros de locales cercanos y un surfero, también acudieron para intentar salvar a los chicos.

El segundo joven rescatado del agua salió con vida y es el que permanece hospitalizado.

Un grupo de extranjeros y un agente de la Policía Local de Marbella lograron recuperar un segundo cadáver, pero las desesperadas señas del resto de estudiantes hicieron comprender finalmente a los presentes que en el agua todavía quedaba uno de sus compañeros.

Esto motivó la movilización de la Guardia Civil, Protección Civil y Cruz Roja en embarcaciones neumáticas y motos acuáticas hasta que localizaron y rescataron un tercer cuerpo sobre las 19.00 horas cerca de la orilla de la playa.