­La pérdida del valor del rublo en cerca de un 50% y la crisis política surgida en Ucrania, han sido los dos factores principales para que las inversiones rusas se paralicen en la Costa del Sol. El mercado del lujo en Marbella lo ha notado y los datáfonos de las tiendas exclusivas no funcionan al mismo ritmo de antaño.

Tras la bajada de ingresos que el sector de la ostentación vivió entre los años 2009 a 2011, fue el turismo residencial venido de Moscú el que hizo que esta industria reflotara. Los rusos se convirtieron en la nueva jet set de Marbella y consiguieron hacerse un hueco importante entre la población. Tiendas con megafonía en su lengua materna, alimentos traídos desde su país, y todo tipo de facilidades para la integración, son algunos de los servicios de calidad y cortesía que la Costa del Sol ha brindado a estos turistas.

Sin embargo, a pesar de la crisis rusa que se vive actualmente, Marbella registra un dato positivo en este sentido. Mientras que en el conjunto de España el turismo residencial ruso ha caído un 20%, en la ciudad, aunque no se han incrementado, las inversiones se han mantenido.

Visión positiva

Este estancamiento del turismo residencial ruso en la Costa del Sol, tiene visos de estar llegando a su fin. Los primeros datos del año 2015 ofrecen esperanzas económicas a nuestro litoral.

«Esta es una situación coyuntural. Las previsiones son buenas y aunque ha caído el crecimiento del turismo residencial ruso, este mercado va a seguir siendo estratégico para Marbella, ya no sólo por las grandes fortunas, sino por la venida de la clase media de este país», apunta el edil de Turismo del Ayuntamiento Marbellí, José Luis Hernández.

Así pues, cabe destacar que en el primer trimestre del año el rublo ha demostrado una gran recuperación frente al dólar y el euro, lo que les devuelve poder adquisitivo a los rusos.

Asimismo, entre enero y febrero de 2015 se alojaron un total de 1.105 turistas rusos en la Costa del Sol, lo que supone una subida del 15% en relación al mismo periodo del año anterior.

«El incremento de los vuelos directos entre Málaga y Rusia es consecuencia de la creciente demanda por parte de los turistas rusos en busca de destinos de sol en la costa mediterránea», comenta el abogado internacional Ricardo Bocanegra. Una nueva situación que se dibuja positiva para la reactivación económica.