El socialista José Bernal se convertía ayer en alcalde de Marbella ante la expectación de multitud de vecinos que aguardaban a la entrada del Consistorio la proclamación del nuevo regidor, que consigue la alcaldía para el PSOE 24 años después de que se la arrebatara Jesús Gil y Gil, en 1991.

En su discurso de investidura, Bernal prometió gobernar «para la gente y con la gente» e hizo hincapié en dirigir sus políticas «a los más necesitados».

A su vez, quiso transmitir tranquilidad a los empresarios pues va a «impulsar las inversiones en Marbella y San Pedro Alcántara para que se generen puestos de trabajo». Para ello, el nuevo gobierno agilizará los trámites. La reactivación del empleo es una de las prioridades de la nueva dirección municipal.

«Hoy se abre una nueva etapa en la gestión del Ayuntamiento que ha de estar marcada por el diálogo y el consenso que, a su vez, estará abierta a todos los que quieran participar en la construcción de la ciudad», apuntó el alcalde socialista.

Entre los retos de este nuevo gobierno destacan el desarrollo del Plan General de Ordenación Urbana, el traslado del polígono La Ermita, la ampliación del Puerto Marina La Bajadilla o el impulso del Plan Guadaiza.

Por otra parte, el alcalde marca como prioridad económica la renegociación de la deuda con la Junta de Andalucía y la auditoría de las cuentas públicas para conocer el estado real de las arcas municipales, así como de las adjudicaciones de obras y servicios que se han llevado a cabo en los últimos años en el Consistorio.

«No me temblará la voz a la hora de reclamar lo que por justicia pertenece a Marbella como lo he hecho en la Junta de Andalucía y lo haré al Gobierno de España sin utilizar a nuestro municipio como arma arrojadiza», apuntó Bernal.

Impulsar la marca Marbella y la desestacionalización del turismo, son otras de las líneas a seguir por este nuevo gobierno.

Asimismo, el proyecto de ciudad del cuatripartito contempla una reestructuración de los distritos que responda a criterios históricos, eliminando la burocracia y reduciendo los gastos en cargos de confianza.

El alcalde hizo también mención a San Pedro Alcántara donde el gobierno «diseñará unos presupuestos que vayan en consonancia con sus necesidades y en romper las desigualdades a todos los niveles».

Por último, Bernal quiso tener unas palabras de agradecimiento y respeto para el exalcalde socialista José Luis Rodríguez, presente en la sala de plenos, al igual que para Andrés Cuevas, ahora miembro de IU, al que calificó como su «padre político».

La investidura

El acuerdo entre PSOE, OSP, IU y CSSP provocó ayer que Marbella viviera una jornada histórica de cambio político. Los primeros en llegar fueron los sampedreños, seguidos de los ediles del Partido Popular que mantenían el semblante serio.

Tras ellos CSSP, IU y, finalmente, los socialistas. Después de jurar o prometer el cargo de concejales, se procedió a la elección del alcalde por votación secreta. Los ediles del cambio mostraron sus votos antes de introducirlos en la urna, en un ejercicio de transparencia.

Cada uno de los líderes políticos, en el caso de los socialistas el portavoz municipal, Javier Porcuna, tuvo turno de palabra para defender su postura ante las dos candidaturas restantes tras renunciar OSP, IU y CSSP.

El edil del partido instrumental de Podemos, José Carlos Núñez, defendió «el diálogo y el consenso» y se comprometió a ser «los ojos y la voz de los vecinos».

Por su parte, Miguel Díaz, concejal de IU, apostó por «un gobierno justo y estable» donde «la participación de la ciudadanía sea lo más importante».

El líder de OSP, Rafael Piña, abogó «por una bajada de impuestos» además del «impulso de las inversiones». El sampedreño explicó nuevamente su decisión de apostar por el cambio «dada la falta de transparencia del PP durante los últimos cuatro años».

El socialista Javier Porcuna resaltó la figura de Bernal y «la recuperación del espíritu democrático». Finalmente, la popular Ángeles Muñoz deseó suerte al nuevo gobierno y pidió que siguieran con los planes de promoción turística diseñados por su gobierno.

A la salida del Consistorio una masa de vecinos vitoreó al nuevo alcalde entre aplausos.