El portavoz municipal y delegado de Vía Pública e Industria, Javier Porcuna, denunció ayer que han detectado una serie de irregularidades económicas y en la gestión del mercadillo artesano que se celebra desde hace varios años en el puerto deportivo de Marbella.

Según el edil, el mercadillo «ha estado ocupando espacio público del puerto deportivo los domingos y algunos sábados y hemos tenido conocimiento de que se hacía sin tener licencia municipal, sólo una autorización verbal del anterior equipo de gobierno». Además, añadió Porcuna, «había una persona ajena al Ayuntamiento que ejercía como intermediaria en los cobros a los propietarios de los puestos sin que el propio Consistorio tuviese conocimiento de ello».

En este sentido, Porcuna señaló que «el cobro se hacía sin ningún tipo de documento justificativo y esta persona luego hacía el reparto de lo obtenido, aparentemente, con el propio puerto deportivo». El portavoz municipal apuntó que han tenido conocimiento de las irregularidades económicas a través de los nuevos gestores del puerto, que «encontraron en la caja fuerte del recinto una cantidad de dinero sin documento justificativo».

El edil apuntó que tras conocer los hechos realizaron una inspección que derivó en que los puestos estaban instalados en la vía pública sin autorización municipal, carecían de los recibos de los pagos que efectuaban semanalmente y no tenían ni autorización ni ningún tipo de contrato con el Ayuntamiento ni con el propio puerto deportivo».

El Ayuntamiento levantó un acta de apercibimiento a los propietarios de los puestos y en una posterior reunión con los concejales de Vía Pública y Comercio -Javier Porcuna y Ana González, respectivamente- manifestaron que la autorización se la había otorgado verbalmente el anterior concejal de Medio Ambiente, Antonio Espada», dijo el edil.

En este sentido, Porcuna añadió que los comerciantes no estaban actuando de mala fe, «ya que estaban realizando unos pagos que entendían que eran para el Ayuntamiento y, además, la persona intermediaria les había solicitado documentación con lo cual entendían que todo era correcto».

Javier Porcuna recordó que la administración tiene la obligación de convertir todo lo verbal en escrito para que quede constancia de los acuerdos a los que se llegan en función de lo que determina la ley o la ordenanza».

El Consistorio va a buscar una solución provisional que pasa por que los comerciantes realicen una solicitud formal al Ayuntamiento para la instalación del mercadillo y «aporten la documentación necesaria mientras buscamos una solución definitiva», explicó el edil.