El Ayuntamiento de Marbella ha decidido aplicar el PGOU de 1986 para impedir que se paralice su política urbanística. Así lo ha dicho esta mañana el alcalde del municipio, José Bernal, en una rueda de prensa en la que negó que la concesión de licencias vaya a verse afectada después de que el Supremo anulase ayer el plan general de 2010, aprobado por la Junta.

La anulación del plan vigente es, para Bernal, "una cuestión de Estado", por lo que espera que todos los partidos de la corporación aúnen esfuerzos y se coordinará con la Junta para actuar de forma consensuada.

El equipo de gobierno, a través de su asesoría jurídica, está analizando ya las sentencias y tratará de subsanar los errores que plantea el Supremo, por lo que descarta, por ahora, empezar a elaborar un nuevo PGOU.

El alcalde ha reconocido que desconocían que el PGOU de 2010 carecía de informe medioambiental y de sostenibilidad económica, algo que ya se ha puesto en manos de los técnicos. El regidor trasladó tranquilidad y estabilidad respecto a las licencias otorgadas hasta la fecha, al entender que son firmes y se ajustan a derecho, por lo que no se van a buscar culpables, "sino soluciones".