Dos mujeres han sido detenidas en Marbella por presuntamente engañar a personas mayores haciendo cargos fraudulentos en sus tarjetas bancarias. Las víctimas eran hombres extranjeros y de alto poder adquisitivo a los que las arrestadas embaucaban para apoderarse de las tarjetas. Tras conseguir el número PIN, y con la colaboración de dos personas de un establecimiento de Puerto Banús que también han sido detenidas, realizaban cargos sin el consentimiento de los titulares a cambio de una comisión. Según ha informado la Comisaría Provincial de Málaga, contaban con datáfonos portátiles con los que realizaban compras hasta agotar el saldo disponible o hasta que la entidad bancaria de las víctimas detectaba los movimientos sospechoso. Los investigadores contabilizan hasta la fecha ocho denuncias por hechos similares, ascendiendo el montante de lo defraudado a 50.000 euros.

La investigación, añade la Policía Nacional, comenzó en febrero del año pasado cuando una víctima denunció que dos mujeres que le acompañaron a su apartamento le habían sustraído sus tarjetas bancarias. Tras comprobar el extracto observó que en apenas diez minutos realizaron hasta catorce cargos distintos por un importe de 4.800 euros. A partir de esta fecha, otras siete personas denunciaron casos similares con un denominador común: cargos fraudulentos en tarjetas de crédito de ciudadanos extranjeros que habían estado con unas mujeres que, según sus manifestaciones, podrían haber utilizado alguna sustancia para narcotizarles.

Los agentes descubrieron más adelante que las implicadas eran un grupo de mujeres que solían captar a sus víctimas en un bar de copas de Puerto Banús. Al parecer, podrían suministrar a sus víctimas algún tipo de sustancia disuelta en la bebida sin que se percataran de la maniobra. Una vez que su objetivo se encontraba vulnerable bajo los efectos de la droga, le guiaban hasta un cajero con el único fin de conocer las claves de sus tarjetas bancarias y poder operar con ellas. Poco después, los investigadores constataron que las chicas actuaban en connivencia con el personal del bar. Estas personas les facilitaban medios de pago TPV -Terminales Puntos de Venta- para que realizasen cargos fraudulentos de grandes importes. A cambio, el personal del establecimiento recibía un porcentaje. Según la policía, las detenidas explotaban las tarjetas de crédito tanto en el establecimiento reseñado como en cajeros automáticos e incluso a través de TPV portátiles que llevaban consigo para realizar los cargos. En algunos casos llegaban a agotar el crédito, en otros eran las entidades bancarias las que detectaban el fraude y bloqueaban las tarjetas. Dos de las investigadas fueron detenidas en el local de Puerto Banús y los agentes se incautaron de cuatro TPV. Poco después fue arrestada una trabajadora del local y días más tarde el responsable del establecimiento.