La administración concursal de la empresa Martinsa Fadesa ha sacado a la venta su participación del 31,75% en la sociedad Guadalmina Golf, cuya actividad principal es la explotación de tres campos de golf, dos de 18 hoyos y otro de 9 en el término municipal de Marbella por importe de de 9,2 millones de euros.
En concreto, Martinsa Fadesa mantiene en propiedad 1.033 acciones de la sociedad, constituida en octubre de 1989, de las que se ponen a la venta 1.002 acciones como parte del proceso de liquidación de la compañía.
Actualmente, el club de Golf de Guadalmina cuenta con unos 2.000 socios, dos campos de 18 hoyos y otro de 9 con recorrido corto, además de Casa Club con diversos equipamientos e instalaciones.
Diseñado por Javier Arana en 1959, el campo de golf de Guadalmina Sur es famoso por su dureza y dificultad, mientras que Guadalmina Norte, diseñado por Folco Nardi en 1973, discurre casi en paralelo.
Las ofertas podrán presentarse hasta el próximo viernes 24 de junio.
A comienzos del mes de mayo, los actuales administradores de Martinsa Fadesa sacaron a la venta un nuevo lote de activos que incluía un campo de golf en Sojuela (La Rioja), así como un hotel en construcción en Huelva, suelos, viviendas, garajes y locales comerciales por un importe conjunto cercano a los 30 millones de euros.
También puso a subasta el campo de golf de Aranjuez y el campo de golf de Jaca sobre dos parcelas de Badaguás (Huesca) por un importe conjunto mínimo de 2,86 millones de euros.
Liquidación. El proceso de liquidación de la inmobiliaria comenzó antes del verano de 2015, después de que a comienzos de marzo del pasado año el juzgado acordase la apertura de la fase de liquidación de Martinsa Fadesa y de otras cinco entidades deudoras.
Esta decisión se produjo tras la petición hecha por el consejo de administración, el 2 de marzo, y ante el rechazo de las entidades financieras acreedoras para modificar los convenios concursales aprobados en marzo de 2011.
El 11 de marzo de 2011, un juzgado gallego aprobó el plan de Martinsa Fadesa para pagar sus 7.200 millones de euros de deuda en un plazo de hasta 10 años y levantar uno de los mayores concursos de acreedores que se han celebrado jamás en España.
Sin embargo, la falta de liquidez de la inmobiliaria y los incumplimientos del convenio de acreedores llevaron a la compañía a la liquidación.
