El Ayuntamiento de Marbella ha dado luz verde en sesión plenaria a la modificación de sus normas urbanísticas, correspondientes al planeamiento de hace ahora justo tres décadas, con la intención de volver al PGOU de 1986. La medida tiene su origen en la anulación, a finales del pasado año, del planeamiento de 2010. El Tribunal Supremo dejó entonces sin efecto un «documento que es primordial» para permitir el desarrollo urbanístico del municipio.

La resolución plenaria inicial salió adelante con los votos a favor de los cinco grupos políticos municipales (PSOE, IU, Opción Sampedreña, PP y Costa del Sol Sí Puede-Podemos). La edil delegada de Urbanismo, Isabel Pérez, destacó la importancia de las normas urbanísticas. Se trata de uno de los documentos fundamentales en la elaboración del PGOU y que, como expresó públicamente, «contiene las determinaciones de la ordenación, la gestión y la finalidad del planeamiento. Son la base escrita del Plan General. Regulan qué se puede hacer en las distintas clasificaciones», argumentó.

La portavoz del PP, Ángeles Muñoz, expresó que apoyó la moción «por responsabilidad con el municipio y por facilitar la llegada de inversiones». No obstante, lamentó «el estado de desorganización de la Delegación de Urbanismo». Reseñó que ha experimentado hasta cinco remodelaciones o que los trabajadores «desconocen ante qué responsables reportar. Es una delegación sin criterios porque hay demasiado políticos. Está paralizada y cae la inversión», matizó la exregidora marbellí.