La Policía Nacional ha desmontado un potente grupo criminal de origen polaco asentado en la Costa del Sol. La operación, con la ayuda de las autoridades polacas, francesas y danesas, ha permitido detener a 23 personas que los investigadores vinculan al histórico grupo mafioso Pruszkow, conocido en su país por su influencia en negocios de tráfico de drogas y otros delitos graves como homicidios, extorsiones y secuestros. La organización, que usa el nombre de la localidad que dominó en los años noventa gracias al contrabando de alcohol y tabaco, el robo de vehículos y el control de las rutas de la cocaína, heroína y anfetaminas, fue desmantelada parcialmente en su país a finales de esa década, pero sus miembros, condenados a penas de 15-20 años, comienzan a salir de prisión y a retomar viejas rutinas.

Entre los arrestados en Marbella se encuentra El bandido, líder del grupo desarticulado al que le constan antecedentes por pertenencia a grupos criminales dedicados a robos, extorsión, lesiones graves y robos de vehículos. La investigación ha permitido intervenir una tonelada de hachís oculto en una vivienda de Marbella, el bloqueo de inmuebles en España y Polonia valorados en cerca de 2.000.000 de euros, cuentas bancarias y vehículos por un valor aproximado de 137.900, además de casi 45.000 euros en efectivo, armas y otros efectos y documentos de interés para la investigación.

Según informó ayer la Policía Nacional en rueda prensa con responsables policiales de Polonia, la actuación tuvo su origen en varias informaciones recabadas en ambos países que apuntaban a que un grupo criminal mayoritariamente polaco se había asentado en la provincia. Estas informaciones se vieron reforzadas por dos incautaciones realizadas por las autoridades francesas y danesas en abril y mayo. En Dinamarca, los agentes decomisaron 75 kilogramos de hachís que transportaban ocultos en dos vehículos que formaban parte del mismo convoy y detuvieron a dos personas. Los agentes galos, por su parte, se incautaron de 35 kilogramos de marihuana, en esta ocasión ocultos entre mercancía legal, y que también procedían de Málaga. Fruto de las investigaciones se supo que la organización había enviado desde Málaga una importante cantidad de hachís a Polonia a bordo de una furgoneta. Este vehículo, interceptado a principios del mes de junio en Valdepeñas, ocultaba en dobles fondos unos 170 kilogramos de hachís, procediéndose a la detención de su conductor y de otros dos miembros que realizaban labores de vigilancia circulando en un vehículo unos kilómetros por delante a modo de lanzadera. El registro de un domicilio situado en una urbanización de Marbella donde la organización almacenaba 930 kilos de hachís supuso la detención de otros tres miembros de la banda.

Un mes más tarde, los investigadores averiguaron que otro colaborador de la organización iba a salir del territorio nacional a bordo de un vehículo que formaba parte de un convoy de droga. A pesar de ser detenido en la provincia de Navarra, el estupefaciente no pudo ser finalmente interceptado.

La segunda fase del operativo se centró en la neutralización del grupo de origen español que suministraba marihuana a la organización. Las pesquisas apuntaban a que se iba a realizar un porte de droga, pero un dispositivo de la Udyco Costa del Sol en la A-92 culminó con la incautación de 14 kilos de esta sustancia, a los que habría que sumar otros tres kilos que guardaban en los domicilios de los siete detenidos en esta ocasión. La última fase de la investigación se desarrolló de forma coordinada en Polonia y España. Se realizaron ocho registros en los domicilios de los principales investigados en nuestro país, en Marbella y Estepona, así como en Lebrija (Sevilla). Funcionarios adscritos a la Oficina Central de Investigación Criminal de Polonia y a la Oficina de localización de activos de ese país se desplazaron a España para apoyar a los funcionarios de la Udyco Costa del Sol. Los policías contaron con el apoyo de dos especialistas de Europol que coordinaron las relaciones internacionales y pusieron a disposición de las autoridades españolas la oficina móvil.

Una vez localizados, los investigadores detuvieron a siete personas entre los que se encontraban sus máximos responsables, dando por desarticulada su estructura en nuestro país. En los registros se intervinieron más de 30.000 euros y 2.100 dólares en efectivo, 4 vehículos de alta gama, pequeñas cantidades de marihuana y hachís, una escopeta modificada y diverso material informático y documentación. Las autoridades polacas llevaron a cabo registros en seis inmuebles interviniendo documentos notariales de bienes y propiedades por un valor de 1.430.000 euros. En España se ha solicitado igualmente la prohibición de enajenación y disposición de distintos bienes inmuebles y productos financieros pertenecientes a miembros de la organización -una finca valorada en unos 1.500.000 euros y 8 vehículos-, así como el bloqueo de 11 cuentas bancarias.