­Medio centenar de vecinos y comerciantes del casco antiguo de Marbella acaban de sentar las bases para la constitución oficial de una asociación que pretende luchar «por los intereses generales y contra abusos en aspectos como la ocupación de la vía pública».

En este sentido, en la documentación gráfica aportada para justificar tal afirmación, se observa cómo este mismo verano se han instalado terrazas que ocultan monumentos o incluso invaden parte de la calzada.

El portavoz de la nueva Asociación de Vecinos y Comerciantes del Casco Antiguo de Marbella, Miguel Ángel Palma, denuncia que a todos los que forman parte de la misma les une su interés por mejorar la regulación de mesas y terrazas, así como por mostrar la mejor imagen turística de esta parte del municipio. Reconoce que ya existieron en el corazón de la ciudad otras asociaciones que tenían casi el mismo propósito, pero que por distintos motivos ya no tienen actividad.

«Este mismo verano, antes siquiera de constituirnos como asociación, pedimos una reunión con el concejal de Vía Pública, pero no hemos recibido respuesta alguna», relata este comerciante.

Ayer, este periódico pudo contactar con el edil aludido y a su vez portavoz del equipo de gobierno, el socialista Javier Porcuna, que reconoció la posibilidad de que se haya tramitado la petición de encuentro con los afectados, aunque por problemas de agenda todavía no haya quedado fijada la cita.

No obstante, replicó que ante los ojos de la ciudadanía, de determinadas personas que a diario pasan por un mismo lugar, donde haya terrazas o mesas y sillas, pueda parecer que no se actúa ante determinadas irregularidades. «No es cierto. Tenemos un equipo de diez inspectores en el casco antiguo a diario y con distintos horarios, no sólo durante el día, que hacen su trabajo de supervisión», expresó.

Mayor tasa de visitantes

Agregó que se ha vivido un verano de récord, con una avalancha de visitantes que ha podido generar más incidencias que en otros veranos. «Pero el ciudadano debe saber que el procedimiento legal es el que marca los tiempos. Primero, en caso de que no se ajuste la realidad a la concesión otorgada, se abre un procedimiento administrativo. A continuación se da un tiempo para que el afectado pueda presentar alegaciones y, en última instancia, es cuando se pone en marcha el expediente sancionador», expresa Porcuna.

Hasta que el proceso no se completa no puede decretarse la retirada del material que ocupa irregularmente la vía pública. Es decir, aunque haya procedimientos ya abiertos, en algunos casos tras denuncias vecinales, aún se encontrarían en vías de ser resueltos.

Los afectados por esos excesos de ocupación aluden incluso a la falta de sensibilidad de determinados concesionarios de las terrazas. Expresan que no es lógico que haya mesas y sillas que impidan acceder a determinadas hornacinas. «Es algo que va más allá del beneficio económico que pueda reportarle a una sola persona su forma de actuar, hablamos de un emblema turístico. En una de las que están tapadas por las terrazas mucha gente se hacía fotos y no eran pocas las vecinas que dejaban sus velitas encendidas», manifiesta el propio Miguel Ángel Palma.

También recuerda que las ordenanzas en vigor incluyen el abono de unos 40 euros por mesa. No es normal, según explica, que determinados locales instalen el doble de las que tienen autorizadas y no se actúe de inmediato. «El problema no es nuevo. Cada año va a más. Consideramos que no se toman las medidas adecuadas. No es una cuestión que vaya contra los actuales gobernantes, porque ninguno de los que estuvo antes fue capaz de atajar esta problemática», remata.

Otra aspiración del colectivo es que en municipios turísticos como Marbella, «igual que las medidas a favor de la transparencia nos hacen partícipes como ciudadanos de numerosos aspectos de la vida pública, se informe de los mapas de ocupación». Sería una forma de evitar la «sobreexplotación salvaje de ciertas zonas». El Consistorio insiste en que la normativa en vigor impide que se pueda actuar de manera unilateral cuando se detecta uno de estos problemas.