Marbella ha recuperado en estos dos últimos años buena parte del brillo perdido durante décadas. Numerosos indicadores económicos lo certifican. En 2015 se autorizaron cerca de 500 licencias de obra y la ciudad se consolidó a la cabeza de los destinos españoles más demandados por inversores de media Europa. En el ámbito deportivo, el municipio costasoleño también quiere vivir su particular renacer. Los proyectos que se han puesto en marcha este verano para las escuadras representativas en fútbol y baloncesto han despertado, como mínimo, la ilusión que no se vivió en años.

El balompié marbellí ya vivió una edad dorada a principios de la década de lo 90. En mitad de la tormenta que desató la desaparición del antiguo CD Málaga, el entonces Club Atlético de Marbella consiguió, guiado por Sergio Kresic, dos ascensos consecutivos de Tercera a Segunda A. Logró mantenerse en la categoría de plata del fútbol español hasta 1997 y durante ese periodo fue el club de referencia en toda la provincia.

Posteriormente, tras bajar a Segunda B, seguiría el camino del CD Málaga y desaparecería, para dar paso a la UD Marbella que es el precedente más inmediato del actual Marbella FC. Con esta denominación, el magnate ruso Alexander Grinberg quiso rebautizar hace ahora tres veranos a un club que mantenía serios problemas económicos y que empezó a guiar con el claro objetivo de llevarlo a cotas superiores.

Después de una pasada campaña repleta de luces y sombras en el siempre difícil grupo IV de Segunda B, Grinberg contrató los servicios del exfutbolista Nafti como nuevo técnico del conjunto blanquillo. Ya en pretemporada, con una plantilla totalmente renovada, se empezó a ver el gran potencial del equipo. Esos augurios se han confirmado tras la disputa de las siete primeras jornadas: ocho victorias y apenas una derrota lo han catapultado a un liderato bastante destacado -24 puntos de 27-.

En manos de Francis Tomé. El Club Baloncesto Marbella también sueña con contagiar la misma ilusión que en la ciudad se ha extendido con el Marbella FC y sus espectaculares cifras. No obstante, los números en el capítulo económico distan un mundo entre uno y otro club. La entidad que en su propia web ya presume de ser «decano del básket provincial» apostó por uno de los nombres propios en los banquillos malagueños de cantera: Francis Tomé.

Aunque explícitamente no figure como objetivo el ascenso, el equipo presidido por Enrique Agüera también quiere subir un peldaño desde la actual Primera Nacional Masculina. Tomé se ha mantenido más de dos décadas en las categorías inferiores del Unicaja e incluso dirigió al Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón, escuadra vinculada al equipo verde, tanto en LEB Oro como en LEB Plata.

La ciudad que vio crecer a nombres propios del baloncesto provincial como el internacional Carlos Cabezas quiere «recuperar la ilusión en este deporte».