­Ricardo Arranz es el presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, conjugando la promoción inmobiliaria con el segmento turístico al regentar el lujoso hotel Villa Padierna. El promotor analiza la situación del sector inmobiliario local tras la anulación del PGOU por parte del Tribunal Supremo al final del 2015 y da su visión sobre la recuperación económica en la Costa del Sol.

¿Cuál es la situación económica actual de Marbella?

En el Triángulo de Oro (Marbella- Benahavís-Estepona) la recuperación está iniciándose porque se cumplen los tres factores más importantes para la inversión en una segunda vivienda. La primera es el clima, que es uno de los mejores de Europa, Oriente Medio y todo el entorno de Rusia. Lo segundo es que tenemos unas infraestructuras de primera calidad tanto de aeropuerto, de AVE, como de autopistas y carreteras. La tercera y más importante es que hoy por hoy somos un sitio con cierta seguridad e integración con el cliente.

¿Hay inversores interesados en la ciudad?

Hay miles de inversores interesados, es un problema de exceso. Estos inversores son unos profesionales y a la segunda pregunta vienen y dicen para cuándo, a qué hora y cuándo vamos a empezar este proyecto. Si lleva tres meses que le están engañando y no ven solución, pues se van a otro sitio.

¿Con qué problemas se encuentran?

La crispación política que tenemos, la falta de una legislación acorde con nuestra competencia presente o futura, la falta de seguridad jurídica que estamos padeciendo desde hace mucho tiempo, y esto de alguna forma no está dando la salida a la avalancha de fondos y de inversores que desde hace año y medio están viniendo. Por otra parte, estamos sufriendo una amalgama de leyes urbanísticas y desde el punto de vista fiscal absolutamente fuera de lugar, que no dan ningún tipo de viabilidad ni de seguridad jurídica al inversor.

¿En qué estado se encuentra el sector inmobiliario local?

En plena ebullición. Lo que se necesitan son soluciones jurídicas e inmobiliarias, e indudablemente se necesita una nueva casta empresarial porque la crisis ha sido tan grande y tan estable que hemos quedado muy pocos empresarios y además en una situación de bastante deterioro. Se necesita un cambio generacional y sobre todo de actitud a nivel empresarial, político y funcionarial.

¿Cómo está afectando al sector la anulación del PGOU de 2010 por parte del Tribunal Supremo?

Desde el punto de vista empresarial y del mundo de los negocios ha sido un golpe terrible porque no es mi caso, pero sí el de otros que han invertido en base a este plan y se han encontrado con que sus inversiones no valen nada o muy poco. A nivel personal, yo ya dije alto y claro que un Plan General contra el que hubo más de 12.000 alegaciones y unas 36.000 personas en contra, quiere decir que era un plan absurdo y fuera de lugar que se hizo por un diseñador que no conocía Marbella y un Ayuntamiento que lo que quería era arreglar algo rápido. Es un plan que el Supremo se lo carga con toda la razón del mundo.

¿Cree que la caída del plan puede revertir la situación de alegalidad de 16.000 viviendas?

Creo que es una oportunidad porque entiendo y estoy seguro de que es así. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el equipo que ha hecho son conscientes de lo que estamos viviendo y de alguna forma se han responsabilizado de que van a dar una solución al tema.

¿Qué tipo de construcciones se están demandando ahora?

Ahora la gente exige una arquitectura actual, moderna o minimalista, muchísima más calidad en cuanto a menos densidad y casas más grandes, pues habrá que buscar que los planes generales o las adaptaciones de los planes se adapten a ese producto. Todo lujo, viviendas unifamiliares, grandes, arquitectura moderna y calidad es lo que está demandando el norte de Europa, Reino Unido, Oriente Medio y los rusos.

Las operaciones de compraventa de viviendas usadas han crecido en la ciudad desde 2012. ¿Existe en el empresariado una sensación de actividad?

En la zona de Marbella y su entorno había muy poco estocaje porque nosotros empezamos con la crisis del Ayuntamiento de Gil, aquello paralizó todo. Ahora todas estas viviendas han ido a parar a las entidades bancarias, el problema es que las han mantenido muy mal. Hay bastante estocaje que ha salido de viviendas a unos precios muy baratos y se han vendido bastante, pero con eso no estamos arreglando nada si hay un estocaje cansado, deteriorado y que está saliendo a unos precios muy baratos. Lo bueno es crear nuevo producto, acorde con el nuevo cliente y con las calidades y el lujo que se necesitan para diferenciarnos.

Malaya provocó que Marbella entrara antes en crisis. ¿Está siendo la primera en salir?

Madrid, Marbella, Canarias y Baleares son los cuatro grandes centros que están saliendo por las circunstancias, no porque nosotros lo hayamos hecho bien, y por lo mal que está el resto de nuestra competencia. Tenemos que actuar y responsabilizarnos todos porque es mucho lo que nos jugamos aquí, esto de que los diez mejores años de Marbella empiezan ahora es una realidad.

@opiniondemalaga