La presidenta de la asociación Despertar sin Violencia, Carmen Sánchez, defiende la intervención de la unidad familiar, principalmente centrada en la infancia, y la ayuda al maltratador como fórmulas para combatir la violencia familiar.

La entidad, que ha atendido a casi 1.700 familias en ocho años entre hombres, mujeres y menores, trabaja así toda la problemática relacionada con la violencia en el ámbito familiar, cuya raíz «está viniendo de la infancia», asegura. Explica también que la violencia «se está dando por parte de los dos, no solamente hacia la mujer, sino una violencia mutua».

En este sentido, aboga por «tratar a los menores junto con los padres» para avanzar en esta materia, a la vez que insiste en la necesidad de prestar atención al menor desde el sistema educativo, tanto en los colegios como en las guarderías, con la contratación de psicólogos que aborden esta problemática.

En cuanto al perfil, Sánchez destaca que no existe un perfil de víctima ni de maltratador, sino que distingue entre enfermedades mentales, casos de adicciones y conductas aprendidas de la infancia.

«Hay un problema familiar de base, un problema de la infancia», indica la presidenta de Despertar sin Violencia, quien señala que «lo que hay que hacer es que lo mismo que tratamos a los alcohólicos y a los drogadictos, hay que tratar al maltratador porque no deja de serlo por que le pongas una pena de seis meses de cárcel y una orden de alejamiento».

De este modo, defiende el tratamiento y apoyo al maltratador: «Enséñale que esas conductas que tiene aprendidas de la infancia no son normales, ayúdale a mejorar su conducta», remarca.

Por otro lado, Sánchez apunta que la ley no cumple las expectativas de lo que necesita la violencia en el ámbito familiar, por lo que aboga por un cambio legislativo intrafamiliar «que cumpla el artículo 14 de la Constitución Española y que todos sean iguales ante la ley».