­Bajos todavía semianegados, vecinos alojados en casas de familiares. Acumulación de cascotes y desperfectos. Y una urgencia nada disimulada en los municipios por regresar cuanto antes a la normalidad. Málaga despertó ayer de la pesadilla del aguacero, en muchos casos bajo un sol a ratos radiante, y con mucho trabajo por hacer. Tanto como para marcar la tónica de una jornada con mensajes de ida y vuelta entre administraciones. En distintos grados de impaciencia y de necesidad.

En Marbella, donde la lluvia provocó graves daños, con llamativos destrozos en el paseo marítimo, continuaron durante todo el día los trabajos de corrección. En muchos casos, condicionados en su ambición por la falta de efectivos y de presupuesto, que hizo que el Ayuntamiento hiciera ya ayer un llamamiento al Gobierno. El alcalde, José Bernal, quiere que Rajoy, dada la gravedad de la situación, levante excepcionalmente las restricciones que pesan sobre la hacienda para poder usar el fondo correspondiente al superávit de gestión local, que en la localidad asciende a alrededor de cincuenta millones de euros.

«Nadie entendería que, teniendo el dinero en los bancos, no nos dejen destinarlo a un caso de emergencia», avanzó el regidor. La iniciativa, a la que se han sumado otras localidades afectadas, ya ha sido registrada, a través del PSOE, en el Congreso. Bernal cree que se trata de una propuesta a la que dar salida de manera perentoria, puesto que, argumenta, las ayudas estatales tardan en llegar. Incluso, si finalmente se declara al municipio como zona catastrófica.

Aunque todavía es pronto para afinar con el balance, las pérdidas en Marbella se presumen cuantiosas. El Consistorio incluye en su primera aproximación incidencias de gran calado en equipamientos, colegios y carreteras. Y da un dato orientativo sobre la urgencia en recibir inversión: nada más que uno de los puentes azotados del Paseo Marítimo posee un valor monetario de cerca de 600.000 euros.

Una de las grandes preocupaciones del Ayuntamiento estriba en el estado de las playas, que presentan un estado mucho más deteriorado que de costumbre, con todo lo que eso implica para un municipio acostumbrado a vivir del turismo y con muchas horas de sol. El portavoz del equipo de gobierno, Javier Porcuna, entienden que, al ser competencia de la Demarcación de Costas, las actuaciones pendientes obtendrán partidas en la primera remesa a valorar este viernes por el Consejo de Ministros.

La Subdelegación del Gobierno animó precisamente a las localidades a cuantificar cuanto antes los daños y trasladar el informe correspondiente a la dirección malagueña de Protección Civil para agilizar con las decisiones de ayuda y de compensación. De acuerdo con el subdelegado, Miguel Briones, son muchas los municipios que en las últimas horas se han puesto en contacto con la administración.

El representante del gabinete de Rajoy en Andalucía, Antonio Sanz, insistió a su vez en este extremo: la tramitación de los fondos dependerá de lo rápido con lo que se reciban las solicitudes y se envíe la documentación. Los alcaldes de las tres provincias afectadas por la lluvia -a Málaga se suman Cádiz y Huelva- están convocados hoy a una reunión en Sevilla. El objetivo, arbitrar la operativa y resolver todas las dudas existentes en cuanto a los pasos a cumplimentar.

La tarea, en cualquier caso, no se antoja sencilla. A última hora de la tarde, y después de numerosas visitas a las zonas más castigadas, la mayoría de los municipios no disponían de la relación exacta de damnificados y de desperfectos. Jorge Gallardo, alcalde de Cártama, resume la dificultad de una tarea que también incumbe, entre otros, a Estepona y Alhaurín de la Torre. «Durante todo el día, incluso por mensajes privados, nos están llegando fotos de viviendas y comercios afectados que no estaban en la lista ni en las áreas que se llevaron la peor parte», puntualiza.

Las imágenes que tanta alarma suscitaron el sábado en el municipio, con vecinos desalojados y las calles convertidas en canales, han dado lugar en esta localidad a una especie de lamento tenso, en espera de resolver las situaciones más delicadas e improrrogables. Son más de una decena las familias que han tenido que abandonar temporalmente sus hogares. Y que han sido acogidas por allegados y amigos del pueblo.

Gallardo no tiene duda de que el parte final será extenso en costes y número incidencias. Y adelanta una cifra: se calcula que el valor conjunto de las pérdidas superará los 1,2 millones de euros en el municipio.

Con las huellas del temporal todavía presentes, los vecinos intentaban sacudirse ayer el clima de emergencia y de forzosa excepción al que fueron arrastrados por el temporal. Las clases, suspendidas en muchos de los puntos críticos, ya han sido reanudadas, de manera que, setenta y dos horas después, ya no queda cerrado ningún colegio. La visión de algunos de los desperfectos, y la cercanía del recuerdo, contrasta en estos días con el regreso del buen tiempo. De hecho, en Málaga se bordearon ayer los 20 grados. Y sin el menor amago de lluvia. En otros puntos de la Costa del Sol como Marbella habrá que esperar todavía algunos días para olvidarse del todo del aguacero; está previsto que hoy retornen las precipitaciones, si bien en un tono muchísimo más sosegado, sin alertas.