­El Ayuntamiento reconoció ayer la trayectoria de Antonio Gil, conocido como El Nejo, en diferentes bandas y agrupaciones musicales, así como su labor formativa con los jóvenes de la ciudad, otorgando su nombre al templete situado en el parque del Arroyo de la Represa.

El alcalde de Marbella, José Bernal, presidió ayer el acto oficial, que contó también con la asistencia de otros miembros del equipo de gobierno, así como de familiares y amigos del homenajeado, que falleció en octubre del pasado año.

El regidor destacó la gran vinculación que Antonio Gil tenía con la ciudad, siendo una persona muy querida por todos los que lo conocían, además de haber marcado la juventud de varias generaciones; «entre ellas la mía».

Bernal recordó que para El Nejo su vida era la música, y explicó que su contribución hacia los niños iba mucho más allá de la formativa musicalmente hablando: «Ya que también nos enseñó a convertirnos en adultos, honestos y humildes».

El Nejo colaboró de alguna manera, ya fuera como director, fundador, o presidente, en la Banda del Cristo del Amor en el año 1953 o en la Banda de la Organización Juvenil Española (OJE) en el 1954, de la que fue fundador junto con Francisco Lorenzo Cuevas, además de desempeñar la función de director y tocar la corneta.

Igualmente, participó en la Banda de la Cruz Roja (que fundó en el año 1980), en la Banda del Nazareno, en el Batallón Infantil de Cornetas y Tambores (siendo presidente honorario), en la Banda de Cornetas y Tambores Pilar de Miraflores y en la agrupación musical de La Pollinica.

Su trayectoria continuó en la Agrupación Lorenzo en el año 2005 que, además, tenía un grupo de majorettes que obtuvo varios premios.

Por otra parte, en los años 2009-2011 participó en la Agrupación Musical El Cautivo, entre otras. El nieto del homenajeado, Francisco Parra, agradeció en nombre de toda la familia este reconocimiento y señaló que «en este lugar (el templete) es donde mi abuelo estuvo ejecutando su pasión por la música, ensayando con los niños y siempre de forma incansable».