La ciudad de Marbella celebró ayer el día grande de la Feria y Fiestas de San Bernabé 2017 con los actos en honor al Santo Patrón, que recorrió las calles del centro en el tradicional paso procesional, así como tuvo lugar la entrega de medallas conmemorativas en la Cruz del Humilladero, recayendo este año una de ellas en Pablo Ráez a título póstumo.

Al grito de ¡Viva Marbella, viva San Bernabé!, los actos para celebrar el día grande arrancaron a las 10 horas del Ayuntamiento de Marbella con una marcha cívico-religiosa que estuvo presidida por las autoridades locales hacia la Cruz del Humilladero, situada en la calle Málaga.

Durante el recorrido, el concejal de Fiestas, Manuel García,portó el histórico pendón de la ciudad por las plazas General Chinchilla o de la Iglesia, las calles Caridad y Misericordia para alcanzar la Plaza Altamirano en un paseo que estuvo acompañado por varios miembros del gobierno local al paso de las marchas de la Banda Municipal de Música hasta llegar al Puente Málaga.

Allí, tuvo lugar a las 10.30 horas la entrega de Medallas conmemorativas en la Cruz del Humilladero a los «Marbelleros de honor», un acto organizado por la Asociación de vecinos Huerto Porral y en colaboración con la Federación de vecinos Barrios de Marbella, y que este año han recaído sobre Pablo Ráez a título póstumo, fallecido el pasado mes de febrero a causa de la leucemia que padecía; y sobre el director de Cope Marbella, José Antonio Gómez, por mantener las costumbres de la ciudad.

El párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, Don José López Solórzano, fue el encargado de recoger la medalla en nombre de la familia de Ráez -que no pudo asistir-, de la mano del acalde, José Bernal, quien destacó que el 11 de junio «es un día grande en el que queda para la historia el momento en el que en un pueblo se pusieron todos de acuerdo para seguir conviviendo alejados de las guerras, las luchas y los desencuentros, y esa es la lección que todos los 11 de junio tenemos que tener todos los marbelleros y marbelleras».

De manera previa, tuvo lugar la ofrenda floral por parte del alcalde, las reinas infantil, juvenil y popular, así como Miss Simpatía y la entonación de los acordes del Himno de España. Y acto seguido a la entrega de medallas se celebró la solemne misa en la parroquia de La Encarnación a las 11 horas, oficiada por el párroco José López Solórzano.

Procesión

La procesión en honor al Santo Patrón partió rozando las 12 horas de la Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación con los toques de campana del alcalde y de la nueva Hermana Mayor de la Soledad, Isabel Mata. El cortejo fue abierto por la Agrupación Musical de La Pollinica y por numerosas academias de baile, que llenaron de arte y colorido las calles del Casco Antiguo al repique de castañuelas.

El paso procesional presenta como novedad este año un cambio en el recorrido, que se ha hecho más corto para que los participantes y los miembros de la comitiva no se vieran afectados por las altas temperaturas, pasando por las calles Trinidad y Salinas para descender por Nabeul, continuar por Marqués de Najera y desembocar en Ramón y Cajal para regresar a su templo por Huerta Chica hasta la calle Carmen.

Los momentos especiales del cortejo tuvieron lugar a la altura del Puente Málaga y la avenida Ramón y Cajal, donde se entonó el Himno de San Bernabé, según explico el hermano mayor de la Hermandad de los Romeros de San Bernabé, Paco Claro, quien señaló que el recorrido se ha acortado este año en una hora por las altas temperaturas.