El delegado de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Marbella, Miguel Díaz, presentó ayer el Plan de Playas de 2017, que rebaja en 1.600 metros cuadrados la ocupación del litoral respecto al año pasado.

El Plan de Playas ordena las instalaciones temporales en la costa para que se cumplan los intereses de los ciudadanos que quieren disfrutar de estos espacios y de los concesionarios de los servicios, según explicó el concejal. Para ello, Miguel Díaz anunció una importante labor de inspección a lo largo del verano.

Junto a ello, aseguró el concejal «consideramos que el espacio incluido en el Plan de Playas es suficiente», recordando que en los dos últimos años «no se han concedido nuevas ocupaciones de espacio en el litoral».

Para este año, se han concedido 155 lotes de hamacas (46.000 metros cuadrados), 23 kioskos y restaurantes desmontables, 21 zonas náuticas, un varadero en Nueva Andalucía, 33 zonas para espetos, 35 para masajes y 36 lotes de mesas y sillas (2.000 metros cuadrados), además de tres zonas de juegos.

Como novedades, el concejal de Sostenibilidad detalló que este año se ha incluido la obligación a las concesionarias de acreditar en el Ayuntamiento el alta en el Impuesto de Actividades Económicas, el seguro de responsabilidad civil y la relación de trabajadores con sus correspondientes altas en la Seguridad Social.

Por último, Miguel Díaz indicó que las autorizaciones tienen como fecha límite el 15 de octubre, pero con la posibilidad, previa solicitud antes del 1 de julio, de prorrogarlas hasta final de año e incluso hasta el próximo Plan de Playas.