Gwyneth Paltrow ha pasado unos días en Marbella, en el mismo hotel donde se alojó la familia Obama en su paso por España hace unos años. En ese oasis de paz ha podido abstraerse de la tormenta desatada tras copar los titulares de algunos medios por anunciar en su página web 'Goop' unas pegatinas antiestrés, supuestamente fabricadas con el mismo material que los trajes de los astronautas. Esta afirmación, que ha desmentido la NASA, obligó a la actriz y a los fabricantes a pedir disculpas por el error. Pero ajena a esta, y otras polémicas como la de la 'Cumbre Wellness' que celebró hace unas semanas en Los Ángeles, ha disfrutado de dos días de relax con sus hijos Moses y Apple, en la misma villa que ocupo la entonces primera dama Michelle Obama. El sábado durante el día disfrutaron todos de la piscina privada de 'Villa Obama' y por la noche cenaron en el restaurante de cocina japonesa Shantoku ubicado dentro de las instalaciones del Resort.

El personal del hotel ha definido a la actriz como "una persona cercana, amable y muy cariñosa con sus hijos, que guardan un gran parecido a su madre, y comparten su interés por nuestro país y cultura, sorprendiendo a todo el mundo por su perfecto dominio de nuestra lengua". Y al igual que Michelle Obama, Gwyneth Paltrow declaró a la salida haber cumplido con su objetivo. "Estaba buscando un lugar donde descansar lejos de las curiosas miradas de la gente, en un entorno único como este rodeado de campos de golf, con un exquisito lujo y muy cerca de la playa".