Cientos de personas abarrotaron las calles de Marbella anoche para acompañar a María Santísima de la Caridad en la primera procesión extraordinaria que se ha celebrado en la ciudad, con motivo del 50 aniversario de su bendición y de su primera salida procesional, allá por 1967.

Fundada el 22 de abril de 1948, la Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor y María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista de Marbella, que preside Antonio Belón Cantos, no escatimó en detalles para que tan magna celebración fuera un éxito.

Los actos se iniciaron a las siete de la tarde con una misa celebrada por el arcipreste José López Solórzano en la iglesia de la Encarnación, en el transcurso de la cual el organista Javier Villeros interpretó una partitura escrita por el maestro Felipe Campuzano dedicada a la Virgen de la Caridad y el Ave María.

Durante el oficio, la cofradía de El Calvario hizo entrega de un pañuelo para la Virgen, bordado con las palabras Calvario y Caridad.

Terminada la eucarístía, los hermanos de la cofradía no pudieron controlar sus emociones cuando vieron salir a la Virgen de la Caridad del templo para iniciar la procesión extraordinaria.

El vestidor de la Virgen, Eloy Téllez, se desveló hasta las dos de la madrugada del viernes para engalanar a la Virgen para la ocasión. Entre otros adornos, la sagrada imagen lució un puñal dorado regalo de la cofradía de la Pollinica; un broche dorado con la leyenda Charitas, regalo de un hermano de la cofradía; y un rostrillo de 80 años de antigüedad, donado por el matrimonio formado por un hermano mayor honorario y la camarera de honor de la Virgen.

Sobre un trono con un adorno floral primaveral, con rosas blancas y rosas, orquídeas cinbidium y dendrovium, y orquídeas hipericum, al ser una procesión de gloria, la Virgen de la Caridad recorrió el centro de Marbella, en un cortejo formado por más de 300 personas, acompañada por la banda de la Asociación Musical La Lira de Pizarra, que interpretó marchas com0 Amargura, Encarnación Coronada, Caridad del Guadalquivir o Aires de Triana.

Al filo de la medianoche, la imagen volvió a su templo entre el fervor y la emoción de los cofrades, con el deseo de cumplir 50 años más.