Marbella perdió en julio una significativa cuota de turistas españoles. Casi 2.000 visitantes si comparamos el registro de este año con respecto al del mismo periodo de 2016. El dato es preocupante, porque representa una caída del 10% aún en plena euforia por los máximos históricos del turismo en la Costa del Sol durante estas últimas anualidades. Pero se compensa en parte por el ligero incremento de los turistas de origen extranjero, en alrededor de un 1%.

Con los números de agosto todavía por contabilizar, el Ayuntamiento de Marbella no quiere ni alzar la voz frente a la responsabilidad que hayan podido tener en ese descenso las políticas del anterior equipo de gobierno. La realidad es que en julio hubo 1.265 visitantes menos, si al registro del turismo nacional le descontamos los 643 visitantes foráneos de más, también sobre las cifras de 2016.

El cómputo global arrojó hasta 80.871 visitantes, de los que cerca de 62.000 fueron extranjeros. Uno de los asuntos por los que el análisis político no es contundente es por la supuesta incidencia que el brexit podía tener en la balanza de turistas. Todo apuntaba a un posible descenso de la afluencia exterior, en especial desde las Islas Británicas, cuando es este mercado el principal soporte del destino marbellí.

Para la alcaldesa y a su vez responsable municipal de Turismo, Ángeles Muñoz (PP), existen determinados aspectos a mejorar de manera significativa, por lo que el camino por recorrer es aún largo. Se refiere, por ejemplo, a lo debatido en estos días sobre la seguridad ciudadana en el municipio. Al hablar de los episodios de violencia vividos en Puerto Banús, la regidora sostiene: «No podemos mirar para otro lado. Garantizaremos que se actúe de inmediato en uno de los focos con mayor proyección mediática de Marbella», señala.

Pero además de la seguridad, al objeto de reforzar la imagen turística de Marbella, está previsto que se incrementen los esfuerzos en materia de limpieza. «Un municipio de diez está obligado a que su imagen también sea de diez», remarca el equipo de gobierno para justificar la dotación presupuestaria para reforzar con nueva maquinaria el servicio de limpieza.

Otro factor que se ha puesto encima de la mesa para revertir la recesión en cuanto al número de visitantes en julio es la necesidad de reforzar la presencia del municipio en ferias y eventos promocionales. En este sentido también está pendiente el documento presupuestario para 2018 que pueda determinar tanto qué actuaciones son prioritarias como el montante de las inversiones previstas.

La alcaldesa también tiene encima de la mesa, como mejora en cuanto a la seguridad ciudadana, el proyecto de las cámaras de seguridad que experimentalmente ya aplicó durante los festejos del pasado mes de junio el anterior equipo de gobierno. A esta iniciativa también se reservará 1,5 millones de euros, en una primera fase, dentro de los próximos presupuestos municipales.

Incluso se confía en que tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía «se impliquen en las infraestructuras pendientes» para que la tendencia de llegada de visitantes pueda revertirse e incluso «crecer de manera exponencial».