­La arquitecta Carola Herrero asegura que nadie les podrá callar, por mucho que el pleno de Marbella le haya «negado la palabra» al Movimiento Ciudadano Ni Un Metro de Marbella para Otra Población en la sesión de este pasado viernes en la que se aprobó el texto refundido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986. Se le dio luz verde al documento con el apoyo del equipo de gobierno integrado por el PP y Opción Sampedreña (OSP), la abstención del PSOE y el voto contrario tanto de IU como de Costa del Sol Sí Puede (CSSP)-Podemos. Una sentencia del Tribunal Supremo anuló a finales de 2015 el planeamiento de 2010 y forzó la recuperación del que había en 1986.

El PSOE ha acusado al gobierno de Marbella de «aniquilar la participación ciudadana» al no permitirles intervenir.

Llevamos una década de lucha, peleando desde que en 2008 empezó el expediente de deslinde y en este tiempo nos han dicho de todo. Y aún sabiendo que el trámite de participación no es obligatorio, según la LOUA, la exposición pública que demandábamos tenía su razón de ser en que hablamos de volver a un plan de hace más de 30 años que incluye cosas bastante difusas. Por ejemplo, de 250 planos se pasan con esta modificación a apenas dos y uno es reconstruido. Queremos garantías, transparencia y tendremos que recurrir hasta donde haga falta.

Por lo tanto acudirán a la sede jurídica si es necesario.

Estamos dispuestos a defender los intereses generales del municipio, tal y como en el asunto de las lindes hemos hecho desde el principio. Que el PP y OSP nos hayan negado la palabra no quiere decir que no tengamos otras vías para plantear cada una de nuestras reivindicaciones.

¿Les ha sorprendido la posición del nuevo socio de gobierno del Partido Popular respecto a este asunto?

Nos sorprende especialmente la posición del teniente de alcalde sampedreño, Rafael Piña, que ha estado con nosotros hasta en temas jurídicos. Consideramos que su partido sigue dentro de la plataforma ciudadana, nadie nos ha dicho lo contrario. Pero en el caso suyo es que desde el principio ha sido parte muy activa de nuestro funcionamiento.

Marbella, el urbanismo, siglas y personas a uno y otro lado, en una posición o en la contraria. El ciudadano qué cree que piensa de esta situación a estas alturas.

Para empezar, lo más grave es la falta de equipamiento público que padece esta ciudad. Marbella seguirá con su futuro hipotecado si no se aprueba otro PGOU. La ciudadanía ve cómo siempre se ve sumido este ayuntamiento, este municipio, en procesos que no son convenientes. Unas veces por maniobras, otras por las prisas. Aquí nunca disponemos de un plan que se haya consensuado. Y la falta de intervención en el pleno es uno de los muchos ejemplos que justifica lo que digo. Y no cuestiono lo ocurrido ahora solamente. Ya en abril, con el tripartito en el gobierno, no se expuso al público.

¿Los anteriores dirigentes entonces también aniquilaron esa participación que ahora demandan al Partido Popular?

Yo no entiendo muy bien todo lo que está ocurriendo en Marbella. Es cierto que hay un técnico en un informe que dice que el texto refundido no se puede exponer. Lo que no comprendo es por qué no se toma una decisión política. No es un informe vinculante. Además, para estas cosas están los políticos. Si los técnicos fueran la ley, y que conste que soy arquitecta y perito judicial y conozco perfectamente las normativas, pero en este asunto no hay prohibición alguna.

Además defienden la sensibilidad que existe en la ciudad respecto a este tema.

Es un tema a la vez que sensible bastante polémico. Y como indicaba antes, se trata de un plan que se elaboró hace tres décadas. Por eso hay que exponerlo, porque no pasa nada. Se imagina alguien que por exponerlo al público venga alguien a oponerse. La Concejalía de Urbanismo, tanto con el tripartito como ahora con el bipartito, debe en estos tiempos, máxime en Marbella, ofrecer la máxima transparencia y las máximas garantías.

Ya que hablamos de la visión del ciudadano, qué va a aportarle el nuevo texto refundido.

Es un paso que ya habíamos demandado desde que se anuló el planeamiento de 2015, porque a partir de ahora, cuando se resuelvan los trámites y todo lo que queremos plantear, estarán los planos digitalizados. El documento antiguo recogía el suelo urbanizable programado y ahora será sectorizado. El suelo urbano pasa a aparecer como consolidado o no consolidado. Es la adaptación a 2017.