La preocupación y el temor han cundido entre los vecinos de Nueva Andalucía por los casos de envenenamientos de mascotas que en las dos últimas semanas ingirieron una sustancia tóxica en un parque infantil del distrito. Ocho han muerto. Otras lograron salvarse gracias a la pericia de sus propietarios que, tras observar síntomas extraños en sus perros, los trasladaron a un veterinario.

Fue el caso de Salvador Guerrero que, tras sacar a su perro después de tenerlo una semana en casa por precaución, observó que «andaba raro y babeaba mucho. Lo llevé al veterinario. Me dijo que estaba envenenado. Le pusieron un suero y un tratamiento y le limpiaron el estómago. Ahora está perfectamente», señala.

En una situación similar se vio Isabel Tomillero, que asegura que su perro y el de una amiga se salvaron de milagro. «El mío se metió en un jardín y, al salir, le vi muy raro. Comenzó a andar hacia los lados y a vomitar. Pensé: ya me lo han envenenado, y lo llevé rápidamente a un veterinario de Marbella», explica.

Isabel, que asegura que la perra de su consuegra también se intoxicó, destaca que no sólo la vida de los perros está amenazada sino que los menores podrían estar en riesgo. «Estamos hablando de un parque infantil ¿quieren que pase una desgracia? Tienen que poner una solución», apunta.

A su lado, Dolores Lozano asegura que saca a sus dos perras «donde dicen que aún no ha fallecido ningún can, pero nunca se sabe. Adonde yo los llevo aún no ha pasado nada, al menos, de momento», reitera.

Francisca Herrera no tiene perros pero asegura que ha recibido «con pena y preocupación» las noticias de los casos de intoxicación ya que asegura ser amiga de la propietaria de los dos primeros perros en fallecer por envenenamiento. «Espero que se tomen medidas lo más rápidamente posible. Por lo animales y también por los críos, que pueden tocar el veneno y fíjate tú el problema», explica a través de la ventanilla del quiosco que regenta, próximo a la iglesia del barrio de La Campana.

Jesús Cortés solía sacar a su perro por el parque en el que aparecieron los primeros casos de intoxicación. Al conocer la noticia a través de las redes sociales, cambió de lugar, pero admite que «es muy difícil sacarlo porque no sabes dónde puede haber algo». Ha apostado por una parcela próxima a su casa «en la que parece que no hay nada porque a mi perro no le ha pasado nada sacándolo por ahí», agrega.

El teniente alcalde de Nueva Andalucía, Cristóbal Garre, ha anunciado que mañana el jefe de la Policía Local, Javier Martín, el concejal de Sanidad, Carlos Alcalá, y él se reunirán con los vecinos y asociaciones del distrito. Asegura que es necesario combatir el desconocimiento sobre los casos de intoxicación y la manipulación que, señala, se hace en las redes sociales.

Garre asegura que se han presentado tres denuncia por fallecimientos de perros y que la Policía Nacional y el Seprona investigan un posible delito penal por maltrato animal.

Francisca Herrera. Vecina

«Es una pena que hayan envenenado a los perros. Espero que pronto se tomen medidas por los animales y también para evitar que los críos puedan tocar el veneno. Tengo una amiga cuyos dos primeros perros fueron los primeros en fallecer».

Salvador Guerrero. Vecino

«Mi perro se envenenó pero se ha salvado y está perfectamente. Ahora lo saco por la playa o el campo, pero no por La Campana. Tras conocer que había perros que estaban envenenados, estuve una semana sin sacar al perro de mi casa».

Jesús Cortés. Vecino

«Me enteré de las intoxicaciones a través de las redes sociales y amigos, pero no por el Ayuntamiento. Ahora es muy difícil sacar al perro. Lo hago por una parcela próxima a mi casa y en la que, por ahora, parece que no hay nada».