La Junta de Andalucía decidirá en tres meses si las instalaciones deportivas de la Residencia Tiempo Libre se abren al público, según señaló ayer IU, formación que elevó la propuesta al Parlamento regional. Para ello, el Ejecutivo andaluz tendrá que analizar la normativa para tratar de establecer una fórmula que permita el acceso público a los recintos deportivos de la residencia.

Por otra parte, la Comisión de Empleo del Parlamento acordó ceder al Ayuntamiento parte de la servidumbre en la franja costera que discurre por la residencia para prolongar una senda litoral una vez que Demarcación de Costas, que depende del Gobierno central, culmine el proceso de expropiación en la zona, ubicada en el distrito de Las Chapas.

«El objetivo es que los vecinos y asociaciones deportivas de Las Chapas puedan disfrutar de las instalaciones deportivas y salvar el déficit de equipamientos municipales en este distrito», señaló el concejal de la formación, Miguel Díaz.

La Residencia Tiempo Libre cuenta con dos pistas de pádel, otras tantas de tenis, un frontón, un campo de fútbol sala y de balonmano, una cancha de baloncesto, un campo de fútbol siete, un minigolf y dos mesas permanentes de ping pong.

«Resulta necesario recuperar la Residencia Tiempo Libre, integrarla en la ciudad y que haya simbiosis entre sus espacios e instalaciones y Marbella. Que se abra al público durante todo el año para crear a su vez un nuevo equipamiento deportivo y verde, que actualmente está infravalorado», señaló el concejal.

El edil aseguró que la construcción de la senda litoral en este tramo permitirá proteger las dunas de Real de Zaragoza. «Seguiremos vigilantes para que los compromisos no caigan en saco roto», agregó.

La construcción de la senda «nos permitirá seguir ahondando en el valor ecológico de las dunas», indicó. Para ello, se retranquearán unos cuatro metros el muro perimetral de la residencia, lo que permitirá la consolidación de la senda.

La residencia se construyó en 1956 y está considerada Bien de Interés Cultural e incluida en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz desde 2006.

Ocupa 21 hectáreas de superficie junto al mar y cuenta con 234 vivendas cuyos cimientos están construidos con materiales modestos, como el hormigón, el acero o el ladrillo. «No hay ni un solo elemento que distrajera la atención de la arquitectura mediterránea por la que se apostó en su momento», señaló el edil.