­Presidente del Centro de Iniciativas Turísticas desde febrero de 2011, Juan José González, pide a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que el Foro de Innovación Turística, un órgano que asesora a los regidores y del que es vicepresidente, que adquiera «virtualidad y protagonismo» ya que, señala, reúne a personas muy preparadas en la promoción turística. También le ha pedido a la regidora «lealtad y colaboración» con el sector privado para el desarrollo del municipio. Considera que «al poder hay que ayudarlo siempre que se deje» por lo que «queremos que el equipo de gobierno nos pida cosas para poder colaborar» en el desarrollo del municipio.

¿Qué le parece que Marbella haya sido designada como sede de la eliminatoria de octavos de final de la Copa Davis de tenis?

Es una noticia fantástica. Jugamos contra Gran Bretaña, que es uno de nuestros principales mercados. Todos los británicos aficionados al tenis, incluso algunos más, verán que la eliminatoria se juega en Marbella, lo que nos permitirá potenciar la marca del municipio en Gran Bretaña.

¿Cómo ha ido el verano para las empresas locales?

En general, ha ido bien si atendemos al número de visitantes y pernoctaciones hoteleras. Hemos tenido más visitas tanto en hoteles como en viviendas turísticas. Lo que sí se nota es que, aunque hay más gente, no hay, proporcionalmente, un mayor gasto. El gasto per cápita parece que baja, aunque no tenemos cifras concretas todavía.

¿Qué previsiones tienen para navidades?

Las navidades en Marbella son de carácter local. Viene gente, pero no en las cifras que tenemos en verano. Pero, por lo que me dicen los hoteleros, se esperan buenas cifras de ocupación.

¿Cuáles son los puntos fuertes de la planta hotelera de Marbella?

Los puntos fuertes están muy claros. Son la tradición, la ubicación, la calidad de los servicios y el buen nombre.

¿Y los débiles?

No hablaría de puntos débiles. La planta hotelera se está renovando, especialmente ahora en estos años de bonanza para los hoteles, que se están preocupando por mejorar sus instalaciones. Especialmente los hoteles de cinco estrellas deben estar constantemente preocupados por la calidad de sus instalaciones y ofrecer el mayor nivel de cercanía al turismo de lujo.

¿En qué destinos tendría que mirarse Marbella para mejorar?

Podríamos hablar del lujo asiático, que no es una expresión que nazca por que sí, sino porque los hoteles de lujo de Asia son espectaculares. Esa es una buena imagen para mirarse y tratar de dar la calidad de servicio y de lujo que se da ahí. Pero las ciudades con las que competimos en el mundo están en la Costa Azul o Miami. Ahí también tenemos que buscar a los que lo hacen bien y tratar de mejorarles.

¿Cómo podríamos diversificar la economía de Marbella para que no tuviera tanta dependencia del sector del turismo?

Es difícil coincidir con la gente porque hay opiniones para todos los gustos. Yo soy partidario de hacer de Marbella una ciudad residencial y tecnológica, es decir, que quieran establecerse empresas de alto nivel tecnológico. Serán las que imperen en el futuro, no son contaminantes, por lo que no alterarían nuestro mercado natural que es el turismo, e incrementos los ingresos a través de los impuestos y el consumo. En este tipo de empresas tajaban personas con nivel adquisitivo alto o medio alto.

¿Qué le pareció el cambio de gobierno en Marbella?

Los políticos tienen sus rutas y los empresarios, las nuestras. La composición del Ayuntamiento permitió que uno de los miembros del tripartito diera sus votos al partido mayoritario en las urnas para hacer un cambio a través de la moción de censura. Nosotros lo vemos con absoluta normalidad y le decimos a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que nos ponemos a su disposición para ayudarla en lo que podamos ser útiles al municipio.

¿Cree que la moción de censura estaba justificada?

He oído tantas cosas sobre los posibles motivos de la moción de censura que ni siquiera me he molestado en preguntar a los propios actores cuáles eran sus motivaciones. Seguramente nadie me hubiera contado la verdad. Simplemente ha ocurrido. Soy de las personas que, si no es necesario hacerse preguntas, no me las hago. Asumo la realidad tal como viene. Es un asunto que no me interesa.