La oposición del Ayuntamiento de Marbella denunció ayer que los presupuestos municipales que ha elaborado el equipo de gobierno para 2018 conllevarán una subida de impuestos para el próximo ejercicio y un plan de ajuste a partir del 2020.

El portavoz del grupo municipal socialista, José Bernal, aseguró que la recaudación de los impuestos directos en 2018 subirá en siete millones de euros, de los que cuatro procederán del IBI. «Las políticas de reducción en la facturación del IBI son mentira. Es un engaño más de la continuidad de los engaños desde hace dos meses por parte del PP y OSP», señaló.

La recaudación del IBI rondará los 117 millones de euros en 2018, lo que contrasta con los 115 millones en 2016 o los 113 este ejercicio, según Bernal. «Al contrario de lo que ha ocurrido este año, el recibo del IBI de 2018 subirá por mucho que cuenten PP u OSP. Los vecinos lo verán cuando les llegue el recibo», explicó. El portavoz socialista aseguró que en 2018 no aumentará el número de viviendas que abona el tributo y que la eficiencia con la que el Patronato de Recaudación cobra el impuesto es máxima, «por lo que sólo cabe una explicación y es que se recaudará más porque el recibo del IBI subirá».

El concejal de Hacienda, Manuel Osorio, respondió que la recaudación del IBI aumentará al cobrar el tributo a un 97% del padrón en lugar del 93% . «Sube la recaudación, pero no el impuesto. Los impuestos se siguen bajando, como se hizo con la anterior corporación municipal», agregó el edil, que recordó que el tipo impositivo que aplica el Ayuntamiento al valor catastral de los inmuebles ha bajado del 0,76 por ciento al 0,71.

Bernal agregó que también aumentarán los impuestos relacionados «con el estímulo económico de Marbella», como los que afectan a las mesas de los restaurantes, quioscos, ventas o comercios.

PSOE e IU coincidieron ayer en criticar el ajuste de 36 millones que tendrá que afrontar el Ayuntamiento a partir de 2020, cuando se liquide el presupuesto de 2018 debido a la intención del equipo de gobierno de incumplir el techo de gasto.

Bernal aseguró que un plan de ajuste conlleva despidos o reducciones de salarios, ahorro en gastos sociales o incrementos de tasas e impuestos. «El Ayuntamiento no puede permitirse que se tomen esas medidas. Sería hipotecar el futuro de los vecinos y la asfixia de la economía local», agregó Bernal.

El portavoz de IU, Miguel Díaz, indicó que «los 36 millones que en 2018 estarán de más, estarán de menos en futuros ejercicios, lo que se traducirá en ajustes dramáticos, recortes en garantías sociales o de personal». «El interés cortoplacista del PP y OSP tras la moción trampa dilapidará o lastrará el futuro de la ciudad», agregó.

Osorio aseguró que «todas las partidas de los presupuestos suben, unas en mayor medida que otras, excepto las que tienen que ver con la deuda».

Respecto a las restricciones presupuestarias que asumirá el Ayuntamiento, Osorio aseguró que será un plan con el que comunicar al Ministerio de Hacienda qué medidas adoptará para volver «a la senda del gasto normal».