El coordinador provincial de IU en Málaga, Guzmán Ahumada, aseguró ayer lunes en Marbella que llamarán a los ciudadanos a la movilización «si no constatan voluntad política» de la Junta para retomar las obras de ampliación del hospital comarcal Costa del Sol, que suma siete años de retraso.

Ahumada, que compareció en rueda de prensa junto al coordinador de IU en Marbella, Miguel Díaz, y la secretaria local de Acción Política, Victoria Morales, afirmó que la coalición de izquierdas presentará dos iniciativas en el Parlamento de Andalucía con las que comprobar, antes de que termine el año, si el compromiso de la Junta con la sanidad pública «es una realidad o una farsa».

Añadió que IU formulará una pregunta en el Parlamento regional para conocer el estado en el que se encuentran las conversaciones con la empresa concesionaria de las obras y el grado de compromiso de la Junta con los vecinos de la Costa del Sol.

Por otra parte, la coalición de izquierdas ha presentado una enmienda directa «para poner negro sobre blanco los presupuestos de la Junta en relación a la ampliación del hospital».

Según Ahumada, el anteproyecto de presupuestos de 2018 que han elaborado PSOE y Ciudadanos no recoge ninguna partida para la ampliación del equipamiento sanitario.

Los siete años de demora que acumula el proyecto evidencian, según Ahumada, que «Díaz no tiene un proyecto político para Andalucía y el fracaso de la colaboración público-privada», lo que «perjudica gravemente a la ciudadanía».

«Queda constatado que no se podía supeditar la ampliación del hospital a los caprichos y la voluntad de la parte privada», añadió.

Por su parte, el coordinador de IU en Marbella, Miguel Díaz, calificó de insoportable el retraso en la ejecución de la ampliación. Así, recordó que la Junta firmó en 2008 la concesión para iniciar las obras con un presupuesto de 48 millones de euros y que las actuaciones se paralizaron en 2010.

«La alcaldesa de entonces y de ahora, Ángeles Muñoz, negó a la empresa concesionaria la licencia para construir un aparcamiento. Así comenzamos los siete años de parálisis», dijo.

En 2014, los tres actores del proyecto (el Ayuntamiento, la Junta y la empresa concesionaria), pactaron un acuerdo de continuidad de las obras después de que IU recogiera 16.000 firmas en la comarca. «Se anunció a bombo y platillo que iban a desbloquear las obras en virtud de unos acuerdos para la utilización del aparcamiento, pero tres años después podemos constatar que no se ha hecho nada».

La Junta remitió a la concesionaria dos requisitos en 2016 para que retomara las obras y evitar el rescate de la concesión, «ultimátum que nunca se ha llegado a sustanciar», explicó Díaz, quien agregó que este año la concesionaria entró en concurso voluntario de acreedores», por lo que ha quedado fuera de juego para reiniciar el proyecto».

«La atención sanitaria de calidad, gratuita y universal a los vecinos queda supeditada a un negocio. La Consejería de Salud llegó a anunciar que ese acuerdo a tres bandas en 2014 no se materializó porque el banco que financiaba la obra no quería. Es decir, un banco no veía negocio en ese acuerdo que se firmó y nos quedamos sin hospital», añadió Miguel Díaz.