­El Bazar Navideño de Cáritas, que hoy cierra sus puertas tras cuatro días de intenso ajetreo, cuenta este año con unos 140 expositores. Algunos los monta la propia Cáritas y están ubicados a ambos lados del pasillo central del pabellón del Palacio de Congresos que alberga el acto. Entre ellos destaca por su concurrencia el que ofrece muestras de parte del mobiliario del Hotel Don Miguel, uno de los más emblemáticos del municipio, cedidos a la asociación benéfica por el grupo inversor que reabrirá el establecimiento .

¿Cómo afrontan la edición de este año del Bazar Navideño?

Hemos tenido la gran suerte de que el hotel nos regala todo lo que tenía dentro. Eso ha sido la salvación. El año pasado logramos una recaudación de 195.000 euros en cuatro jornadas y este año veíamos muy difícil rebasar la cifra.

¿Cómo distribuyen la mercancía?

Primero, hemos satisfecho las necesidades de todos los centros residenciales de la provincia de Málaga, como centros de ancianos, contra la drogadicción... cualquier centro al que le faltara una cama o un somier, cubiertos, cristalería o vajilla hacer. Hemos repartido 20.000 unidades de mobiliario en toda la provincia. También hemos vendido muebles al por mayor por valor de 50.000 euros. Otra parte lo vendimos en un bazar que organizaciones durante cuatro días en el polígono industrial y el resto, lo tenemos guardado en un almacén industrial.

¿Algún colectivo en especial?

En Estepona hemos dado cosas a una asociación musulmana. Cáritas no tiene signo religioso aunque la Iglesia Católica esté detrás. Ayudamos al necesitado sin mirar qué tipo de carné tiene.

¿Cuántos voluntarios colaboran para hacer posible un bazar que de unos 140 expositores y por el que el año pasado acudieron más de 8.000 personas?

Somos unos 400 voluntarios entre los que están en los expositores y quienes montan las infraestructuras. El Ayuntamiento de Marbella también nos brinda técnicos de electricidad, carpinteros o pintores. Hay una colaboración estupenda sin la que todo esto no habría sido posible.

El año pasado recaudaron 195.000 euros y este quieren superarlo ¿a qué se destina el dinero?

Intentamos recaudar los máximo puesto que este dinero se distribuye entre los siete centros de Cáritas en Marbella, uno en cada una de las iglesias del municipio. El diez por ciento del total lo enviamos a los puntos de Cáritas de la provincia que no pueden lograr la recaudación que tenemos nosotros. Y otro diez por ciento es para Cáritas Internacional. Marbella está siendo solidaria con los vecinos con menos recursos del municipio y también con los de fuera. Gracias a Dios tenemos esa convocatoria.

¿Cómo obtiene fondos Cáritas el resto del año, cuando no organizan el Bazar?

De los socios de Cáritas que abonan una cantidad mensual o anual. Además, las Cáritas parroquiales también dedican la recaudación de misa de un día y voluntarios que aportan fondos. Toda esta recaudación se hace de forma desordenada. Unas veces hay mucho en caja y otras veces, muchas necesidades. Lo que hemos logrado con el Bazar es un dinero fijo.

¿Cómo se hace para convertir al Bazar en uno de los eventos de referencia de la solidaridad en Marbella?

Es importante toda la difusión que se le pueda dar al Bazar y el boca a boca. Son 14 años con el evento y los últimos cinco o seis en el Palacio de Ferias y Congresos. También tenemos precios muy baratos para hacer compras de cara a la Navidad o comer. Le damos también la oportunidad a los comerciantes locales para que puedan hacer sus ventas.

Entre esos establecimientos figura, por primera vez en el Bazar, uno en el que consumen ostras y cava ¿cómo surge la idea?

Aquí todo el mundo opina y piensa en cómo recaudar más dinero y atraer más atractivo. Una voluntaria lo expuso y salió la idea. También tenemos otro puesto de comida mexicana y mojitos. Y golosinas y castillos hinchables para los niños. Pero el sitio que más dinero logra es la tómbola.