Los dos grupos municipales coaligados en el gobierno local tras la moción de censura de finales de agosto que apartó a José Bernal de la alcaldía, PP y OSP, aprobaron ayer los presupuestos de 2018, que rondan los 246 millones de euros, de los que 20 los gestionará la formación sampedreña a través de la Tenencia de Alcaldía. Toda la oposición votó en contra.

Los presupuestos están marcados por el incumplimiento del techo de gasto en 36 millones de euros el año previo a las elecciones municipales de 2019. La vulneración del límite financiero obligará al equipo de gobierno a presentar un plan de ajuste para reconducir el gasto municipal a partir de 2020, pasados ya los comicios.

El concejal de Hacienda, Manuel Osorio (OSP) -que se opuso a romper el techo de gasto cuando formaba parte del gobierno tripartito con PSOE e IU- destacó que las cuentas «dan respuesta a las principales demandas de los ciudadanos, que no son otras que la limpieza y el cuidado de los parques y jardines, las playas y las zonas comunes, como el paseo marítimo».

Con la aprobación definitiva, el equipo de gobierno logra que las cuentas municipales se tramiten «en tiempo y forma» y entren en vigor el 1 de enero, como era su intención, para ejecutarlas en su totalidad durante el transcurso del ejercicio, agregó Osorio.

Unas de las partidas que más se incrementan es la de las inversiones en obras, que pasan de cerca de nueve millones de euros a más de 22 tras romper el techo de gasto. También aumentan las de Parques y Jardines, que sube un 180% más, hasta los cinco millones, según el concejal; la de Limpieza y Residuos Sólidos Urbanos, un 26% más); o la de Derechos Sociales, un 8%.

Contra los presupuestos se presentaron 61 alegaciones, señaló Osorio, 31 de las cuales las firmaron los partidos políticos de la oposición, 25 los sindicatos, tres de empleados municipales, otra de un particular y la última de una asociación de desempleados.

Todas las enmiendas salvo una se desatendieron al no ajustarse a la legalidad o recoger propuestas que ya aparecían en las cuentas, según el edil. «Se mantiene la apuesta por el empleo, la acción social, la formación de los trabajadores municipales o la creación de plazas de bomberos y Policía Nacional», indicó Osorio, que señaló que se incorporó una alegación que contemplaba una reclamación sobre un error en la Relación de Puestos de Trabajo.

«Las alegaciones de los grupos políticos se han inadmitido porque se basan en la oportunidad política y no cumplen los requisitos legales. Otras muchas ya tienen respuesta en los presupuestos. La mayoría de ellas son una declaración de intenciones para tratar de destruir, en lugar de querer dar soluciones a los problemas de la ciudadanía», señaló el concejal de Hacienda.

El portavoz del PSOE, José Bernal, aseguró que las alegaciones que rechazó el equipo de gobierno van destinadas a atender las obras de los barrios que el equipo de gobierno retiró de los proyectos a ejecutar. «Son demandas ciudadanas y colectivas que son de justicia para seguir mejorando y modernizando la ciudad, sobre todo en aquellos lugares donde no se había invertido en años», agregó.

El portavoz de IU, Miguel Díaz, criticó que PP y OSP aprobasen el presupuesto sin presentar el acuerdo entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Hacienda que les permite incumplir el techo de gasto en 2018. «Se me ha olvidado el papel», dijo Osorio. «Marbella se instala de nuevo en el oscurantismo y la opacidad», añadió Díaz.

Por su parte, Costa del Sol Sí Puede comparó la gestión de PP y OSP con «anuncios al más puro estilo del GIL».