Iván Macías es un vecino del distrito de Nueva de Andalucía que está en el paro desde agosto. Ha trabajado de jardinero, en labores de mantenimiento, en la construcción, camionero, ha sido mozo de almacén y ha montado muebles. Tiene tres hijos y una pareja que ha logrado un contrato temporal a través de un programa social del Ayuntamiento.

Iván fue uno de los miles de aspirantes a cerca de 750 puestos de trabajo que se ofertaron ayer en la Feria del Empleo que se celebró por primera vez en Marbella, organizada por el Consistorio, para poner en contacto a demandantes de empleo con empresas que buscan trabajadores.

Iván fue una de las 2.000 personas que se registraron para acudir a una cita que congregó finalmente a más de 4.000 personas, según datos del Ayuntamiento.

Este marbellí dejó su curriculum en los expositores de todas las empresas que acudieron a la feria, unas 60, a pesar de saber que «hay mucha gente y muy poco trabajo», porque cree que iniciativas como la feria celebrada ayer son útiles para facilitar el acceso de los jóvenes con formación académica al mercado laboral. «La suerte está echada. Dios dirá», afirma con esperanza. Iván tiene 38 años.

En una situación similar se encuentra Isabel García, en el desempleo desde hace dos años tras trabajar de operaria de lavandería, de limpiadora y en el Ayuntamiento. Isabel ha realizado diferentes cursos de formación, entre ellos, de informática. «El último que hicimos ¿cuál fue?», le pregunta a una amiga con la que ha acudido a la feria «con todo el ánimo del mundo, pero con poca esperanza».

«La edad condiciona mucho -explica-. Te aceptan los currículum, pero cuando ven la edad que tienes, como que no vales para trabajar. La edad es primordial. Condiciona muchísimo. Cuando cruzas una determinada edad, no tienes nada que hacer. Es muy triste, pero es así», señala. Isabel tiene 56 años. En los expositores de empresas hoteleras y en los supermercados en los que ha dejado el currículum «me dicen que me tendrán en cuenta», comenta resignada.

Pablo Gil acudió a la feria para tratar de encontrar un puesto de trabajo en el que ocuparse tras acabar sus estudios. Cursa un grado superior de Administración y Finanzas, y busca un puesto de administrativo en alguno de los hoteles presentes en la feria o un trabajo que le permita ganar dinero en verano aunque no se ajuste específicamente a su formación. «He dejado el currículum y me han dicho que, si ven conveniente contratarme, me llamarán», señala.

Marín David Martín también espera «que haya suerte» y que alguna de las empresas de la feria le ofrezca un puesto de empleo con el que acabar con el año que lleva en el paro.

Ha trabajado, sobre todo, como dependiente, por lo que confía en recibir una llamada de establecimientos ubicados en las grandes superficies comerciales de Marbella, aunque tampoco desdeña otras alternativas.

«Nunca se sabe si hoy tienen una oferta y dentro de dos días, tienen otro tipo de ofertas», indica Marín, que abandona el Palacio de Congresos Adolfo Suárez después de haber dejado nueve currículum y tomado nota de correos electrónicos, páginas web y folletines informativos para remitir sus datos en los próximos días.